El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, declaró ayer sentirse respaldado por el Rey y José Luis Rodríguez Zapatero en sus esfuerzos para poner fin a la violencia en su país. El mandatario inició una visita oficial de dos días a España en medio de fuertes críticas internacionales por cuenta de la situación de los derechos humanos en Colombia y de la generosa ley que permitirá la desmovilización de los grupos paramilitares, causantes de los mayores crímenes en los últimos años.

En un encuentro con empresarios y periodistas en el Foro Nueva Economía, Uribe acusó a sus detractores de desconocer la situación de Colombia y de estar influenciados "por los terroristas", en alusión a las guerrillas.