El PNV no se va a callar. Su presidente, Iñigo Urkullu puso ayer en duda que el secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, represente la opinión de toda la iglesia española al amenazar con la excomunión a quienes mantengan el apoyo al aborto. Reclamó a la jerarquía católica que "deje en paz" a los diputados del PNV porque cumplen con una decisión adoptada por la dirección ejecutiva y que, en todo caso, le excomulguen a él como responsable último de la postura del PNV.

Aunque reconoció que se trata de un "tema delicado y serio" porque afecta a las convicciones religiosas y morales de las personas, Urkullu ironizó al preguntarse si la Iglesia va a empezar ahora con "juicios rápidos" a los que apoyen la reforma de la ley. El enfado de Urkullu se explica porque ya son dos las andanadas de la iglesia al PNV.