El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, emplazó ayer al Tribunal Supremo a que "saque consecuencias" de la marcha ciudadana que el sábado recorrió las calles de Bilbao para apoyar al tripartito vasco (PNV, EA y EB) contra la condena a Juan María Atutxa, Gorka Knörr y Kontxi Bilbao.

Urkullu advirtió de que no hay Estado de derecho que pueda soportar una "injerencia" de los magistrados en la acción política como "se produce en España". Satisfechos por la movilización de 50.000 vascos, el PNV y el Gobierno de Juan José Ibarretxe ratificaron la bondad de su apuesta.

La portavoz del Ejecutivo vasco, Miren Azkarate, replicó a las descalificaciones de representantes del poder judicial. Azkarate dijo que la manifestación expresó el "malestar con determinados jueces" que "orillan" el derecho y hacen política.