Se complica la negociación entre los distintos sectores del PNV para pactar la nueva ejecutiva que se nombrará en diciembre. Mientras fuentes del partido en Vizcaya señalan al portavoz Iñigo Urkullu como un posible candidato de consenso a la presidencia en sustitución de Josu Jon Imaz, el cabeza del partido en Alava, Iñaki Gerenabarrena, abrió ayer el abanico y subrayó que puede haber "otros candidatos" si los afiliados lo deciden.

Sin embargo, el PNV hizo ayer gala de su tradicional hermetismo al negarse a confirmar si militantes vizcaínos han presentado ya a Urkullu como aspirante a través de la recogida de firmas, que es uno de los procedimientos contemplados para que las bases propongan a sus candidatos preferidos. El otro sistema previsto, el de la propuesta de al menos tres organizaciones municipales, se pondrá en marcha el mes próximo, pero de lo que tratan ahora representantes de las distintas sensibilidades es de pactar antes un acuerdo en torno al reparto de poder.

Gerenabarrena no quiso valorar el silencio de Joseba Egibar después de que Imaz anunciase el pasado miércoles que no se presentará a la reelección para favorecer así la unidad. Los grupos afines a Imaz llevan días reclamando en diversos blogs que Egibar se retire también de la contienda electoral. Esta eventualidad suscita rechazo en Guipúzcoa, donde una mayoría postula la conveniencia de pujar por Egibar.

Imaz presidió ayer la reunión semanal del comité ejecutivo del PNV en Euskadi en la que, según fuentes oficiales, se abordó "la situación política", pero no la negociación entre familias. El lendakari se incorporó a media tarde para trabajar sobre la propuesta política que presentará en el Parlamento el día 28.