Algunos presidentes autonómicos optan por no irse de vacaciones, lo que este año ha provocado cierta polémica con los sindicatos y otros líderes políticos, que recuerdan que son un derecho histórico de los trabajadores y que gran parte de España vive del turismo y de las vacaciones.

Aunque lo de no irse de vacaciones es algo que se repite en los últimos años, normalmente por cuestiones políticas, nunca hasta ahora había generado controversia, pero el anuncio de hace unos días de la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, de que pasará el período estival en su despacho disparó el debate.

Desde que es presidenta, en 2015, Cifuentes no ha tomado vacaciones y dijo que este año tampoco lo hará, lo que empezó a generar tensiones.

Posteriormente tuvo que aclarar que defiende "fervientemente el derecho de todos los trabajadores a cogerse vacaciones", pero consideró que "no es una obligación", sino "una alternativa voluntaria".

Tampoco el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, descansará este verano, quizá algún día suelto para estar más con la familia, pero nada más.

Para el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, será un verano atípico, a las puertas de la anunciada convocatoria de un referéndum sobre la independencia de Cataluña para el 1 de octubre.

El próximo martes, el Govern celebrará su última reunión antes del parón veraniego, pero el Parlament volverá a la actividad a partir del día 16, con la posibilidad de activar formalmente la ley que debe regular el referéndum del 1-O, por lo que Puigdemont sólo podrá tomarse unos días de descanso.

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano-García-Page, está pendiente de la tramitación en las Cortes de los Presupuestos de la Junta para 2017, que prevé aprobar el 31 de agosto, por lo que tampoco tendrá muchos días de descanso.

Fernando López Miras, de Murcia, combinará trabajo con descanso en Águilas, donde ha estado todos los veranos y continuará despachando su agenda, además de visitar otras zonas turísticas de la comunidad.

Javier Fernández, presidente del Principado de Asturias, se tomará un descanso a partir del 10, aunque no ha decidido qué hará ni cuantos días estará de vacaciones.

Francina Armengol, presidenta de Baleares, cogerá algunos días sueltos para descansar en Mallorca, pasar más tiempo con su familia, practicar "paddle-surf" y leer.

La presidenta andaluza, Susana Díaz, vivirá unas vacaciones "muy familiares" junto a su hijo y su marido tras un año de intensa actividad en su partido y en el Gobierno, con remodelación incluida.

Ximo Puig, su homólogo en la Generalitat Valenciana, tiene previsto tomarse dos semanas de vacaciones durante la segunda quincena de agosto, que dedicará a descansar en la comarca alicantina de La Marina; el resto de los días los pasará en su localidad natal, Morella (Castellón).

Puig tiene previsto descansar, salir a caminar y pasar tiempo con su mujer y sus hijos, así como tomarse algo y compartir momentos con sus amigos y con su gente.

El presidente de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, disfrutará de la playa la primera semana de agosto junto a su familia y amigos y aprovechará para leer, pasear y estar con sus familiares, mientras que el resto combinará el trabajo con su asistencia a los numerosos municipios que en agosto celebran fiestas patronales.

Javier Lambán, presidente de Aragón, está de vacaciones en Cádiz esta quincena, donde dará rienda suelta a su afición favorita: la lectura; en agosto, combinará trabajo de despacho con visitas a diferentes puntos de la comunidad.

La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, pasará dos semanas de agosto en Galicia y su intención es estar con la familia y descansar.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, muy celoso de su intimidad, disfrutará de sus vacaciones entre el 2 y el 20 de agosto, aunque no ha revelado dónde irá.

Y para terminar, y por no salir de su costumbre, Juan Vicente Herrera, presidente de Castilla y León, aprovechará estos días para realizar algunas etapas del Camino de Santiago que transcurren por su comunidad.

Los presidentes de Galicia, Canarias y Extremadura no han desvelado qué harán, pero no parece muy difícil imaginar qué esquema de descanso estival siguen.

Porque, básicamente, los presidentes autonómicos tienen el mismo patrón: descansos limitados (a veces, muy limitados) que aprovecharán para leer, hacer algo de ejercicio y recuperar con la familia el tiempo no compartido durante el curso.

El problema es que agosto se pasa volando.