Un día después de que Amnistía Internacional le pidiese que en su visita a China no ignorase "la grave situación de derechos humanos", María Teresa Fernández de la Vega aprovechó su encuentro con la Federación de Mujeres de Shanghái para mencionarlos. Así, mostró su satisfacción porque haya organizaciones que luchan por "el reconocimiento de los derechos de las mujeres" y trabajan para evitar violaciones de derechos humanos.

La portavoz del Ejecutivo se negó a "tolerar" la discriminación y la violencia de género, y prometió a las representantes de la Federación de Mujeres que, en el Año de España en China --que ella inaugurará el viernes en Pekín--, se incluirá un acto de intercambio de experiencias entre mujeres chinas y españolas. Y las invitó a visitar España.

Con este paréntesis de carácter social, la visita de la vicepresidenta tiene un marcado acento económico. Ayer clausuró un seminario con empresarios chinos, a los que animó a invertir en España porque es "la puerta de entrada a tres continentes: Europa, Africa y América Latina". Destacó que el Gobierno español está realizando un "esfuerzo extraordinario" para mejorar el nivel de innovación.