La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, es el único miembro destacado del Ejecutivo que no disfruta estos días de las vacaciones. A su habitual gira por Iberoamérica, que este año se desarrolló entre el 2 y el 8 de agosto, unirá ahora la preparación de los Consejos de Ministros del 13 y el 28 de agosto. Dos citas casi consecutivas que solo le dejarán unos días libres antes de afrontar el otoño caliente con el que amenaza el PP.

Ese periodo marcará un punto de inflexión en el protagonismo de la número dos del Gobierno, que ya se apuntó en la gira. Y no solo por la ofensiva del PP, que la convirtió en blanco de sus ataques durante el viaje, sino por su participación en dos temas de Estado como la aprobación de la polémica reforma de la ley del aborto y la también controvertida revisión salarial de los funcionarios cara al 2010. Su equipo trabajará también en preparar la presidencia española de la UE, en el primer semestre del año.

En el caso del recrudecimiento de la campaña de acoso del PP, la ministra de la Presidencia ha comprobado en sus carnes cómo las gasta la oposición. Su anuncio desde Costa Rica de que la Fiscalía iba a recurrir el fallo que exculpa a Francisco Camps del caso Gürtel le reportó las críticas de la cúpula conservadora, que en Valencia incluso anunció que pedirá su dimisión desde el Parlamento autonómico.

El secretario general del Grupo Popular en el Congreso, José Luis Ayllón, fue más allá y, pese a que la expedición se redujo en días como medida de austeridad, reclamó conocer el coste. Ayllón exigió, un año más, la comparecencia en las Cortes de la vicepresidenta para explicar las "razones reales" de viajar todos los veranos a Iberoamérica, a pesar de que entre las funciones de la vicepresidenta "no parece observarse ninguna atribución relacionada con las relaciones internacionales".

Sí está adscrita al Ministerio de la Presidencia, desde la última crisis de gobierno, la Secretaría de Estado de la Función Pública. Ello hará que De la Vega sea la responsable de negociar con los sindicatos el incremento del sueldo de los dos millones y medio de empleados públicos del Estado. Una negociación marcada por los rumores de congelación salarial, como ya ha sucedido con los altos cargos. Las negociaciones no serán fáciles y harán que De la Vega se incorpore al grupo de ministros que, junto a José Luis Rodríguez Zapatero, está lidiando de forma directa con la crisis.

Otro frente abierto es el de la reforma de la ley del aborto. La vicepresidenta ha mostrado su predisposición a matizar algunos puntos, en especial el que permite a las jóvenes de 16 años decidir la interrupción voluntaria del embarazo sin el consentimiento de sus padres. De la Vega capitanea el sector del Ejecutivo y del PSOE más comprometido con la reforma y el objetivo es consensuar lo antes posible un texto que desbloquee la situación actual, tras las duras críticas del PP y la Conferencia Episcopal y las divisiones en el Poder Judicial, y permita su aprobación en las Cortes en los próximos meses.

CUMBRES INTERNACIONALES La tramitación del documento coincidirá con los preparativos de la presidencia española de la UE, que ostentará José Luis Rodríguez Zapatero entre enero y junio del 2010. De la Vega ganará peso en ese periodo, en el que está especialmente comprometida en el impulso de las relaciones entre Europa e Iberoamérica. Durante ese semestre, Madrid acogerá una cumbre entre la UE, América Latina y los países del Caribe, y se espera cerrar el acuerdo de asociación comercial con Centroamérica. La cumbre del clima de Copenhague en diciembre, que vivirá un encuentro previo en Barcelona en noviembre, y la cita del G-20 en Pittsburgh en septiembre son otras citas destacadas.