La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer desde Cartagena de Indias, donde inició una gira que la llevará por cuatro países de América Latina, que el Ejecutivo español "no solo tiene el derecho, sino que está obligado a intentar" acabar con ETA, y subrayó que, en ese proceso, "no habrá atajos y no se burlará el Estado de derecho".

En una intervención en el Centro de Formación de la Cooperación Española en esta ciudad colombiana, Fernández de la Vega argumentó que España quiere ser un "activo constructor de paz", y destacó la disposición española por apoyar el proceso de paz en Colombia. Fue en este contexto cuando abordó el tema del proceso de pacificación que se sigue en España y destacó que "los límites para explorar el camino de la paz son claros: irreversibilidad del proceso, respeto de la Constitución y la ley y reconocimiento a las víctimas".

"GRAN OPORTUNIDAD" En opinión de la vicepresidenta, España tiene "una gran oportunidad de conseguir poner fin" a la violencia terrorista, y la sociedad española "mayoritariamente, tiene la esperanza de que se pueda lograr". Es por ello por lo que "el Gobierno no solo tiene el derecho, sino que está obligado a intentar poner fin a esa violencia" que el país ha padecido durante décadas, reiteró. En este sentido, subrayó que será "la convicción y la firmeza en la defensa de los valores democráticos de la sociedad española la que va a derrotar al terrorismo" de ETA. "Esa ha sido nuestra arma durante todos estos años y lo seguirá siendo hasta el final", remachó.

Para Fernández de la Vega, "el camino de la paz no es fácil en ningún lugar; es siempre un camino lleno de dificultades", un camino que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero afronta con la "convicción de que eliminar del horizonte de nuestra convivencia democrática la violencia es la mayor contribución a la garantía de las libertades".

EL CASO DE COLOMBIA Respecto al proceso de paz en Colombia, De la Vega reiteró su apoyo a los esfuerzos que hace el Gobierno colombiano para acabar con el terrorismo en ese país. Recordó que España siempre ha acompañado esos esfuerzos. Precisamente, una de las prioridades de la cooperación española en el país es atender a las víctimas y ofrecerles el apoyo necesario para reducir los efectos de la violencia. En el marco de esta iniciativa, De la Vega visitó ayer el barrio cartaginés de La Popa, donde más de 25.000 personas que han huido de las zonas conflictivas del país viven en todo tipo de infraviviendas.

La visita que De la Vega inició ayer a Suramérica, concretamente a Colombia, Bolivia, Perú y Paraguay, busca intensificar las relaciones bilaterales y apoyar el fortalecimiento democrático y el progreso económico y social de estos países para "acabar con la brecha entre ricos y pobres".