Le recibieron diciendo que haría un "viaje en tren" y él asegura que jamás olvidará aquel trayecto. Martxelo Otamendi, director del clausurado rotativo Euskaldunon Egunkaria, afirma que el recorrido del que le hablaron los agentes que le recibieron el pasado 20 de febrero en las dependencias de la Guardia Civil de Madrid fue un periplo por el oscuro mundo de la tortura y la vejación que comenzó con este aviso: "El viaje es de cinco días. Tú decides en qué estación te bajas, pero puedes estar seguro de que acabarás bajándote. Cuanto más tardes, más duro será el viaje. Tú decides cuándo dices lo que queremos que digas".

Martxelo Otamendi, en libertad bajo fianza desde el pasado 25 de febrero, viajó el jueves por la noche a Barcelona para ser entrevistado en el canal local Barcelona Televisió (BTV) y conversó minutos antes con este diario sobre su experiencia durante su detención.

"EL MANUAL ETARRA"

Las torturas que el director de Egunkaria denunció haber sufrido durante su detención jamás existieron, según el ministro del Interior, Angel Acebes, que anunció una querella contra Otamendi y le acusó de aplicar "el manual etarra" con denuncias falsas de malos tratos. "Yo tenía dos opciones --explicó el periodista a este diario--. Tragarme las torturas e irme de mi país por honradez profesional y personal, o armarme de valor e intentar que, a partir de la credibilidad que pueda merecer mi denuncia, la clase política, sindical, empresarial y mediática del País Vasco provoquen una gran ola que destierre la tortura contra los ciudadanos vascos".

El viaje en tren en las dependencias de la Guardia Civil es así, según él: "El mismo jueves, tras pasar por el forense, empezaron los interrogatorios. Me tienen de pie, no me dejan sentarme en la celda. Hay otra persona conmigo, el exgerente de mi periódico Fermín Lazkano. Me prohíben mirarle y mantener cualquier conversación con él".

Según Otamendi, los interrogatorios se practicaban siempre con los ojos tapados "con una media muy prieta, que no dejaba ver nada". "Empiezan los ejercicios físicos, las flexiones y los insultos, y no me dejan dormir. Se lo explico el viernes al forense".

UN CLIC JUNTO A LA CABEZA

La segunda estación, añade Otamendi, llegó el mismo viernes: "Me ponen una especie de bolsa de plástico cerca del oído y hacen ruido con ella. Me tocan con un hierro en la cabeza y oigo un clic. Supongo que es una pistola. Me hacen tocar con la mano derecha un cañón. Empieza una sesión muy dura de interrogatorios e insultos".

El sábado volvió a visitar al forense, al que, asegura, explicó lo sucedido. "Media hora después, dos o tres guardias civiles me sacan a rastras de la celda y amenazan con pegarme dos tiros. Me llevan a una sala donde hace un frío de máquina, durísimo. Las vejaciones son de tipo homofóbico. Me hablan de mis amigos, de las posturas que mantengo o no mantengo a la hora de realizar actos sexuales. Luego me hacen dos sesiones de bolsa. Te meten la cabeza en una bolsa y cuando intentas hablar, el plástico hace una especie de ventosa en la boca y las fosas nasales".

Otamendi afirma que acabó firmando una declaración que le habían hecho "aprender de memoria" y que el lunes 24 relató lo sucedido ante el juez.

LA RELACION CON ETA

El director de Egunkaria considera "absurdo" el auto del juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo. "Desde que estoy al frente del diario, desde 1993, nunca he recibido una orden, insinuación, mensaje, reprimenda, aplauso o aviso de ETA. Ni he sido ni soy colaborador o miembro de ETA. He entrevistado tres veces en mi vida profesional a ETA, pero también entrevisté hace 15 días a David Trimble en Barcelona, y nadie puede pensar que sea partidario del unionismo británico en Irlanda del Norte".

Según asegura, Egunkaria es un periódico "progresista, vasquista y tan democrático como pueda serlo cualquier otro. Creo que en el País Vasco no hay otro que tenga tan buena media a la hora de atender bien a todas las sensibilidades. Un periódico proetarra no va publicando, como hicimos la misma semana de la clausura, entrevistas con Fernando Savater, de Basta Ya, Manuel Huertas (secretario general del PSE en Guipúzcoa) o Imanol, teóricamente un cantante amenazado por la banda ETA".

Además, Otamendi agradeció también al líder del Partido Socialista en Cataluña, Pasqual Maragall, el hecho de haber considerado creíbles sus denuncias de torturas.