La descoordinación entre algunos ministerios y Economía y Hacienda ha obligado a María Teresa Fernández de la Vega a ejercer con firmeza su tarea de poner orden interno en el Ejecutivo. La vicepresidenta primera ha exigido a todos los ministros que, de ahora en adelante, consulten con el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, las propuestas que vayan a anunciar públicamente para evitar que se produzcan desautorizaciones posteriores.

La vicepresidenta, tras explicar su decisión a José Luis Rodríguez Zapatero, de viaje en México, ha hecho saber a los miembros del Ejecutivo que deben acomodar sus iniciativas a la elaboración de los Presupuestos Generales del 2005 y esperar a dar detalles en el mes de septiembre, cuando estén definidas sus líneas maestras.

Un alto responsable de Presidencia explicó a este diario que el problema surgió como consecuencia del calendario de comparecencias de los distintos ministros ante las comisiones respectivas del Congreso. Al desarrollar en el Parlamento las iniciativas que van a llevar a cabo en función del programa electoral, varios miembros del Gobierno plantearon propuestas que Solbes ha tenido que desautorizar o corregir.

Ha sido el caso de los ministros de Industria, José Montilla, con su propuesta de limitaciones de aperturas comerciales; de Trabajo, Jesús Caldera, con la paga de 100 euros a las madres; de Cultura, Carmen Calvo, con el IVA cultural; y de Vivienda, María Antonia Trujillo, sobre reformas de desgravación del IRPF por compra de pisos. El problema ha afectado también a anuncios como el del Interior, José Antonio Alonso, sobre incremento de efectivos en la lucha contraterrorista, o el de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, sobre medidas para la Administración de Justicia que requieren un nuevo esfuerzo económico.

ENTRE VICEPRESIDENTES En Presidencia se desmintió ayer que haya sido Zapatero quien haya llamado a capítulo a sus ministros por la descoordinación, como se publicó en algunos medios de comunicación, lo que hizo que el líder del PP, Mariano Rajoy, le felicitase públicamente como si lo hubiera hecho. Primero, dijeron sus responsables, porque el presidente estaba de viaje y no tenía tiempo para ello y porque ayer, a su regreso, no habló del tema con nadie. Y segundo, porque quienes se han coordinado para pasar el aviso han sido, directamente, Fernández de la Vega y Solbes.