Contundente, rotundo y duro. La fiscala Elena Sarasate ha aludido este lunes en su informe final que la víctima de la presunta violación durante los Sanfermines del 2016 por la que se sientan en el banquillo están acusados cinco miembros de 'la Manada' no pudo defenderse, se quedó "bloquada" y tuvo que resignarse y "someterse" a la acción "criminal" condebida por los acusados, a su "vejación" y a su "humillación". "No hay ninguna duda de que la intimidación fue gravísima", por la superioridad numérica de los procesados y por la "ratonera" (un estrecho pasillo de un metro de ancho) en la que se produjo la agresión sexual, ha detallado. Y ha añadido que la jóvenes madrileña no pudo resistirse, "cerró los ojos y queria que todo pasara cuanto antes". "Ni en sus peores pedasilladas se lo podía imaginar", ha recalcado.

La fiscala desgranado una a una las pruebas que existen contra los procesados, a la vez que ha desmontado la versión de los cinco miembros de la Manada, para quienes solicita 22 años y 10 meses de prisión, y que han sostenido que fue sexo consentido. La acusación pública ha lanzado un alud de pruebas incriminatorias, aunque antes ha calificado de totalmente creible la versión de la víctima. La joven ha mantenido, a su entender, una relato coherente, lógico y "persistente" en el tiempo. Todo lo contrario, ha indicado, que los procesados que se han contradicho entre ellos y que carecen de credibilidad. Durante la sesión de este lunes, la primera que se ha realizado con público, los acusadosx se han sentado detrás de sus abogados. Repeinados, arreglados y con un actitud seria, pero tranquila, han tenido que escuchar de la boca del fiscala y durante más de dos horas los argumentos que hay contra ellos.

"Nadie discute que hubo una relación sexual", han insistido la acusación pública, ofreciendo al tribunal multitud de datos, como las huellas y los restos de semen de los acusados encontrados en el estrecho pasillo del edificio donde ocurrieron los hechos, en la ropa interior de la joven y en su vagina. O el chat denominado de la Manada donde los acusados se vanagloriaron después de la presunta violación de haber tenido sexo los cinco con una chica o las cámaras de seguridad de la calle que confirman la actitud de los procesados y el trayecto que hicieron con la joven.

La fiscala ha insitito que "está suficientemente acreditado" que los cinco procesado forzaron y violaron a la muchacha ese 7 de julio del 2016. En su opinión, una clara muestra de ello son los siete videos, de 96 segundos en total, grabados por dos procesados. Según la acusación, desde el primer momento los miembros de 'la Manada' tuvieron la idea de mantener relaciones sexuales con la chica y buscaron un lugar donde hacerlo, hasta que lo encontraron. En el número 5 de la calle Paulino Caballero, agarraron de la muñeca a la muchacha, la obliaron a entrar con "brusquedad" en un portal, subieron unos escalones hasta el segundo rellano y en un estrecho pasillo la violaron. "Le taparon la boca", ha detallado.

En los vídeos, a la víctima no se le oye. Los acusados, en cambio, hablan entre ellos y se dirigen hacia ella en un tono "imperativo". "Esperate, no la levantes tanto", "comete eso", "chupa aquí", son algunas expresiones de los investigados. Ella, mientras tanto, tenía los ojos cerrados y mantenía una actitud "pasiva". Tal es así, ha subrayado la fiscala, que uno de los acusados, incluso, le abrio la boca con sus dedos la boca y el mismo "le metió el pene". La joven, a su entender, nunca exageró en su declaración, llegando a reconocer que los acusados usaron la fuerza "mínima", pero la necesaria, para introducirla en el edificio dónde mantuvieron sexo con ella.

Miguel Ángel Morán, el abogado de la joven madrileña, ha expuesto en la presentación de su informe final que "no hubo consentimiento en ningún momento". El letrado ha mantenido su petición de 24 años y 9 meses de cárcel para cada uno de los cinco andaluces acusados y una indemnización de 250.000 euros para la víctima. El abogado ha explicado que la declaración de la joven fue "precisa y consistente" y ha afirmado que "no había ninguna cuestión de resentimiento ni venganza que pudiese llevarle a hacer eso".

Puerta abierta

Las dos últimas sesiones serán a puerta abierta. El público y los medios de comunicación pueden escuhar en directo los informes de la fiscalía, la acusación particular y la defensa. Eso sí, continúa habiendo restricciones. A la sala de vista no se puede acceder con ningún dispositivo electrónico que permita grabar audio o video. El tribunal prohibió en su día difundir la imagen de los acusados para proteger su intimidad, equiparando esta situación con la de la víctima.

La polémica ha rodeado desde el primer momento este juicio, que se inició hace dos semanas. Primero por su celebración a puerta cerrada y la prohibición de difundir la identidad y las fotos no solo de la denunciante, como es habitual, sino también de los procesados. Este acuerdo del tribunal no ha impedido que las caras de los cinco sevillanos inundaran redes sociales. Los medios de comunicación, además, han tenido que informar con la escasa información que les ofrecían las acusaciones particulares y algunas defensas. Pero este lunes, se podrá saber, a través de los informes finales que expongan, en que se basa cada una de sus versiones.

Sexo forzado o consentido

La joven madrileña que presentó la denuncia siempre ha asegurado que la obligaron a entrar en un edificio de Pamplona el 7 de julio del 2016 y en un pasillo del segundo rellano los cinco procesados la violaron. Los acusados, sin embargo, han declarado que la relación sexual que mantuvieron con la muchacha fue consentido, aunque admitieron que solo lo intuyeron por los supuestos “gemidos” de la joven. A pesar de esta versión, la Policía Foral que analizó los videos grabados por los mismos procesados alegaron que no eran gemidos, sino chillidos de dolor. La denunciante no solo tuvo que hacer felaciones a algunos acusados, sino que estos también la penetraron varias veces.

Otra polémica que ha rodeado el juicio es la admisión por parte del tribunal de un informe elaborado por detectives y presentado por una defensa sobre la actividad de la joven en internet después de denunciar la violación. Al parecer, accedieron a páginas restringidas. El mismo letrado que lo entregó lo retiró el pasado viernes. En el proceso, por lo tanto, solo queda la foto presentada por el abogado de tres acusados y que fue copiada de la cuenta de la chica en una red social y en la que se puede ver una camiseta con el lema: “Hagas lo que hagas, quítate las bragas”. En la imagen no sale la joven. La defensa pretende demostrar que una víctima de violación nunca colgaría una foto de este tipo. Como pruebas también hay los vídeos grabados por los procesados, los informes médicos y psicológicos y el relato de los testigos y peritos. La fiscalía y la acusación particular y popular pondrán también este lunes sobre la mesa sus cartas.