Los representantes de siete fundaciones de víctimas del terrorismo constataron ayer su desunión ante José Luis Rodríguez Zapatero. Sólo hubo una coincidencia entre ellas y las asociaciones que acudieron a la Moncloa la semana pasada: la petición unánime al presidente de que haga lo posible para recomponer la unidad con el PP y revitalizar el dañado pacto antiterrorista.

Las fundaciones a las que recibió Zapatero por la mañana demostraron que distan tanto entre sí como los dos partidos mayoritarios, firmantes del acuerdo por las libertades y contra el terrorismo. Las que guardan la memoria de Gregorio Ordóñez y Miguel Angel Blanco, militantes del PP, culparon al Gobierno de haberse alejado del pacto. Las que representan a Fernando Buesa y Maite Torrano, víctimas del PSOE, apoyaron al Ejecutivo y abogaron por más unidad.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, volvió a actuar como portavoz del Gobierno tras las reuniones y destacó la "voluntad inequívoca" de Zapatero "en favor del pacto antiterrorista". Sin embargo, se disculpó en el desconocimiento de la agenda del jefe del Ejecutivo para no concretar si piensa convocar al PP a una reunión.

Alonso reiteró que no habrá concesiones políticas a ETA si se abre un proceso de negociación con la banda tras renunciar definitivamente a la violencia. El ministro aseguró que el Gobierno no se saldrá de los límites de la Constitución en su objetivo de terminar con el terrorismo.

LA AVT, LEJOS DEL CONGRESO La delegación del Gobierno en Madrid denegó ayer por razones de seguridad el permiso solicitado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) para concentrarse mañana ante el Congreso en protesta por el cierre de la comisión del 11-M. La concentración coincide con la votación de las conclusiones de la comisión. La AVT deberá concentrarse en la plaza de Neptuno, a unos 300 metros del hemiciclo.