El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, abogó hoy por la austeridad presupuestaria y respaldó que el presupuesto de la Unión Europea para el próximo año suba un 2,91 por ciento, porcentaje acordado por los socios comunitarios. Zapatero tomó la palabra en la primera sesión del Consejo Europeo que está reunido en Bruselas y apoyó el incremento del 2,91 por ciento, muy inferior, según han destacado fuentes de la delegación española, al 6 por ciento que pide el Parlamento Europeo y al 5,84 que solicita la Comisión Europea. El primer ministro británico, David Cameron, que según estas fuentes abogaba por congelar el presupuesto apoyado por países como Holanda o Dinamarca, asumió esa subida como un límite aceptable. Al margen de esta cuestión, uno de los asuntos más polémicos de esta cumbre de la UE es la iniciativa que defiende la canciller alemana, Angela Merkel, apoyada por Francia, para privar de voto a los países que no se ajusten a la disciplina presupuestaria. El Gobierno español, que apoya las sanciones económicas para los Estados que incumplan los límites de deuda y déficit del Pacto de Estabilidad, considera "excesiva" esta propuesta y ratificó hoy su rechazo a este "castigo", que además implicaría una reforma del Tratado de Lisboa. Sin embargo, no se cierra en banda a la petición alemana de reformar el Tratado para incluir en él un mecanismo permanente de gestión de crisis para países insolventes y está de acuerdo con explorar la posibilidad de esos cambios, aunque reconoce su dificultad. Según apuntaron las fuentes del Ejecutivo español, Merkel llamó esta semana a Zapatero para explicarle que Alemania necesita institucionalizar en el Tratado de Lisboa ese mecanismo para evitar que lo pueda rechazar en un futuro su Tribunal Constitucional. Zapatero se mostró comprensivo y señaló que abogará por buscar una fórmula que evite problemas a Berlín, pero advirtió también a Merkel del riesgo de iniciar una reforma que exija que el Tratado sea sometido a referéndum en algún Estado miembro.