La escalada verbal entre PP y PSOE por el pacto de Gobierno en Cataluña continúa. El líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, abogó ayer por "abrir una etapa de impulso autonómico" que, presidida por el consenso y alejada de la línea rupturista del plan Ibarretxe, modernice la Constitución y los estatutos. Pero el presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, hizo oídos sordos a esta oferta de diálogo y acusó al PSOE de promover reformas de la Carta Magna que conducirán a "un cambio de régimen político".

LEJOS DEL RUPTURISMO Desde Málaga, Zapatero se fijó como plazo la próxima legislatura para acometer su proyecto de "poner al día" los estatutos de autonomía "después de muchos años de vigencia". Eso sí, siempre que se logre el consenso para avanzar en "el hecho autonómico y la España plural", porque es de este modo, precisó, como se "cohesiona un país".

Para distinguir entre las propuestas de la izquierda catalana y la del lendakari Juan José Ibarretxe, Zapatero dijo que el PSOE apoya "reformas consensuadas, avances razonables y transformaciones necesarias, muy lejos de los intentos rupturistas".

También desde Andalucía, Aznar denunció que la reforma constitucional que plantea Zapatero entrañaría "un cambio de régimen político". A su juicio, acometer una modificación de la Carta Magna implicaría "cancelar una idea de unidad nacional organizada en autonomías" y "crear un nuevo sistema que abra el camino y la posibilidad de la secesión".

ABUCHEOS AL PRESIDENTE Aznar, de visita en Cádiz, decidió acercarse a conversar con miembros de los comités de empresa de astilleros de Izar, que protestaban por la precariedad laboral del sector. Poco después, en Jerez de la Frontera, sufrió el abucheo de una treintena de manifestantes contrarios al apoyo español a la guerra de Irak.

Ante los militantes del PP con los que comió en Jerez, Aznar dijo que no es "razonable ni lógico" que ERC, "que representa al 15% del Parlamento catalán", imponga su voluntad al PSC, ni que éste acepte unos acuerdos "muy preocupantes" para la estabilidad de España.

Zapatero respondió que el "inmovilismo" es una "característica de la derecha", pero se negó a añadir "más comentarios" porque "Aznar es casi el pasado".