El antes proscrito líder libio, Muamar Gadafi, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acordaron ayer en Madrid impulsar la cooperación económica entre los dos países, sobre todo en infraestructuras, telecomunicaciones, turismo y gestión de agua. Según el Ejecutivo, las empresas españolas podrán hacer negocios por un valor de más de unos 12.000 millones de euros.

Libia tiene previsto acometer un gran proyecto de modernización del país que asciende a 50.000 millones de dólares, el paraíso para los empresarios españoles. Una quincena de ellos --de Técnicas Reunidas, Repsol, Indra e Inaben, entre otros-- cenaron en la Moncloa con Zapatero y los ministros de Economía, Pedro Solbes, y de Exteriores, Miguel Angel Moratinos. El Gobierno calcula que empresas del sector de la defensa y de la aeronáutica podrán cerrar contratos por valor de 2.000 millones de euros. El sector de la energía acaparará gran parte de las operaciones (3.000 millones de euros), aunque el área que se lleva casi todo el pastel es la de infraestructuras: 7.000 millones de euros.

"Las empresas españolas tienen muy buena imagen en Libia", dijo Gadafi en la reunión, a la que llegó tras visitar el Museo del Prado, cerrado habitualmente los lunes. El coronel, vestido a la occidental, explicó que llevaba "mucho tiempo" esperando ese encuentro con Zapatero. El jefe del Ejecutivo afirmó que "Libia se está acercando a la UE" y la "UE se está acercando a Libia", en referencia al tour que Gadafi inició la semana pasada en París, donde se reunió con el presidente Nicolas Sarkozy e hilvanó contratos de defensa.

"PROMOCIONAR LA PAZ" España y Libia firmaron un acuerdo para proteger las inversiones y declaraciones en materia de economía, política y defensa. Gadafi se comprometió a "promocionar la paz, la estabilidad y la seguridad mundiales". También hay una condena del terrorismo y ambos estados intercambiarán información de seguridad.

Gadafi llegó a Madrid ayer al mediodía, tras su periplo andaluz. Lo recibió el rey Juan Carlos, en el palacio del Pardo, en un acto un tanto singular. Al no ser propiamente una visita de Estado, ya que el coronel no es jefe de Gobierno, la Reina no asistió; el líder libio llegó en una limusina de su propiedad; y no hubo desfile de la Guardia Real. Además, la delegación del Gobierno fue reducida: el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y el de Sanidad, Bernat Soria. Moratinos --de viaje oficial en París--, delegó en el secretario de Estado, Alberto Navarro.

REDENCION Esta es la primera visita oficial a España de Gadafi desde que asumió el poder en 1969, tras dar un golpe de Estado, y cuatro años después de que el coronel se redimiera ante el mundo. En el 2003, George Bush y Tony Blair apadrinaron la reconciliación de Gadafi con la comunidad internacional.