Pese a su negativa inicial a generar un nuevo frente de confrontación con la Iglesia, José Luis Rodríguez Zapatero abrió ayer la puerta a que el programa electoral del PSOE incluya una reforma de la ley del aborto. El presidente del Gobierno accedió a dar "respuesta al problema" a raíz de un intenso debate que se suscitó en la reunión de la comisión ejecutiva federal del partido, en plena polémica por los casos de prácticas de abortos supuestamente ilegales en Barcelona y Madrid.

La discusión en la comisión ejecutiva la puso sobre el tapete la responsable de igualdad, María Isabel Montaño. Abogó por impulsar en la próxima legislatura la ley de plazos, que permitiría a cualquier mujer mayor de edad interrumpir libremente su embarazo dentro de un plazo predeterminado --tres o cuatro meses-- sin necesidad de invocar razones de salud o psicológicas, como sucede con la actual legislación. El objetivo de la reforma legal sería despenalizar el aborto, de modo que las mujeres puedan someterse a él sin cortapisas en la sanidad pública al comienzo del embarazo. Sin tener que recurrir a argucias que puedan pasar la raya de la legalidad.

La tesis de Montaño fue apoyada por varios miembros de la dirección, entre ellos Leire Pajín y el exministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar. Tras escuchar las intervenciones, y sin pronunciarse sobre una u otra opción, el jefe del Ejecutivo accedió a hacer un análisis de la situación, ver los "errores" en la aplicación de la ley e incorporar al programa una respuesta al problema.

MOCION DE IU Precisamente, el Congreso votará hoy una moción de IU-ICV que reclama abrir un diálogo para "avanzar hacia un sistema de plazos" en el aborto. Los socialistas tendrán, pues, ocasión de adelantar su posición al respecto. Por su parte, el portavoz de CiU en la Cámara baja, Josep Antoni Duran, presentó ayer una batería de preguntas al Gobierno para que explique el "fraude sistemático" del "sistema de protección de la vida", tras los casos de Barcelona y Madrid.