Hay rumores de adelanto electoral. Rumores tenues, descafeinados. Pero suficientes para generar una respuesta de la Moncloa. "El presidente mantiene su previsión de agotar la legislatura". La respuesta es de libro. Ningún jefe de Gobierno anuncia su estrategia. Sin embargo, los fontaneros ya tienen elaborados los argumentos a favor y en contra de mover a octubre la cita de marzo. El debate se producirá formalmente la próxima semana, según fuentes de ese entorno, tras analizar los datos electorales. Si el PSOE aguanta, todo indica que José Luis Rodríguez Zapatero acallará las voces que piden un adelanto.

Hay razones para ello, pero también para lo contrario. Entre los partidarios de octubre, gana la tesis de considerar una pérdida de tiempo y de esfuerzo negociar unos presupuestos que tendrá que administrar otra relación de fuerzas salida de las urnas. Respecto a los resultados de esta noche, pueden servir a su propuesta sean los que sean. Así, una victoria del PSOE invitaría a "aprovechar el tirón" para sumar diputados a la mayoría del grupo socialista; y una victoria del PP aconsejaría cortar la sangría "cuanto antes".

CUENTAS "GENEROSAS" Entre los partidarios de "gobernar hasta el último minuto" está Zapatero. Pero su pragmatismo puede llevarle a cambiar de opinión si valora como beneficioso lo contrario. Por ahora, los asesores favorables a agotar la legislatura aducen que negociar los presupuestos no le desgastará.

En esa línea se pronunció Pedro Solbes el viernes, tras el Consejo de Ministros que aprobó un gasto presupuestario casi siete puntos superior al del 2007. Preguntado por la negociación, el vicepresidente descartó problemas para tener presupuestos el 31 de diciembre. Esa previsión de gasto permitirá a Zapatero incrementar las partidas sociales. Con más becas, más investigación, mejores pensiones, más salario mínimo y más ayuda al desarrollo es más fácil elaborar un programa atractivo. Con esa hoja de servicios se presentará el presidente ante las urnas.

LA SENTENCIA DEL 11-M Prolongar la legislatura tiene otro factor a favor del Gobierno. En octubre se conocerá la sentencia del juicio del 11-M que demolerá con toda seguridad la teoría de la conspiración animada por el PP. Zapatero tiene un especial interés en ir a las urnas con este fallo irrefutable bajo el brazo.

Por último, está el frente antiterrorista. Si ETA mantiene la inactividad de esta campaña, los argumentos del PP contra la "rendición" del Gobierno perderán vigencia. Lo que tienen claro los asesores de Zapatero es que este no se arriesgará a dar nuevos pasos hacia la paz hasta tener la certeza de que cuenta con el plazo de otro mandato.