Al PP le faltó ayer tiempo para tomar la palabra a José Luis Rodríguez Zapatero. Tan pronto como el presidente anunció su disposición a comparecer ante la comisión de investigación del 11-M, los populares recogieron el guante y le citaron a declarar. En un escrito de ocho líneas, el PP basó la petición de comparecencia en que el presidente acababa de afirmar que no tenía "ningún inconveniente" en acudir a la comisión.

Antes de participar en un foro económico en Madrid, Zapatero declaró a los medios de comunicación que la comisión debe afrontar "dos cuestiones esenciales": expresar la máxima consideración hacia las víctimas de la masacre y diseñar las medidas a adoptar para impedir que se repitan atentados como los del 11 de marzo. "Estoy dispuesto a servir a esos dos objetivos con toda mi fuerza y toda mi convicción, y siempre he estado y estaré a disposición del Parlamento", manifestó.

POR ESCRITO Nada más conocer esta declaraciones de Zapatero, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, anunció la solicitud de comparecencia, que el PP ya había formulado verbalmente el pasado miércoles en respuesta a la decisión de la comisión de llamar a José María Aznar, jefe del Gobierno cuando ocurrieron los atentados.

El líder de los populares, Mariano Rajoy, adujo entonces que la citación de Zapatero era obligada porque los socialistas y otros grupos minoritarios habían rechazado 16 de las 17 peticiones de comparecencia del Grupo Popular. Entre otras, vetaron las de los representantes de medios de comunicación con quienes habló Zapatero del 11 al 14 de marzo. Rajoy pidió amparo al presidente del Congreso, Manuel Marín, y Zaplana amenazó con dejar la comisión.

El escrito registrado ayer prescinde de tales argumentos y sólo alude a la disposición del presidente Zapatero, cuya citación genera dudas entre los grupos minoritarios. Ayer mismo el portavoz de CiU, Jordi Jané, advirtió de que el PP deberá "argumentar" su petición. Joan Puig (ERC) discrepó del ofrecimiento del presidente, mientras que Gaspar Llamazares (IU-ICV) prefirió esperar a la reunión de la comisión, el 5 de octubre.

Fuentes socialistas dijeron que la petición del PP revela que su pretensión es "dinamitar la comisión" para que no alcance unas conclusiones que "cada día están más claras". Conclusiones que, para el PSOE, culparán al Gobierno Aznar de imprevisión en vísperas del 11-M.

Estas mismas fuentes adujeron que el Partido Popular se vio forzado a admitir la comparecencia de Aznar y eso ha provocado "un enfrentamiento interno" entre los populares que les ha hecho citar a Zapatero.