El Gobierno español contactó ayer con los ejecutivos de EEUU y Francia para pedirles "apoyo" para liberar a los 26 miembros de la tripulación del atunero vasco Playa de Bakio , abordado por piratas frente a la costa de Somalia el domingo. Hace solo dos semanas, una treintena de personas de un velero de lujo francés estuvieron secuestradas durante siete días, hasta que se satisfizo el pago del rescate.

Las aguas de Somalia --un país en manos de señores de la guerra y bandidos, y sin un Gobierno con poder desde hace 15 años-- están especialmente vigiladas desde el 11-S. Entonces, la Administración de George Bush lanzó la operación internacional de lucha contra el terrorismo Libertad Duradera, cuya versión marítima, la llamada Task Force 150, se desarrolla entre el golfo de Adén y el mar Rojo. Esta fuerza, integrada por Alemania, Reino Unido, Canadá, Pakistán y Francia, está liderada por este último país desde finales de febrero. El objetivo de esta coalición es impedir cualquier movimiento de terroristas de Afganistán hacia la península Arábiga y el Cuerno de Africa, además de luchar contra el tráfico ilícito de armas, drogas y la piratería.

AVISO A LA OTAN En cuanto tuvo conocimiento del secuestro, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero contactó con los enlaces de la OTAN en España para que le ayuden a obtener información acerca de los secuestradores y sus intenciones, además de con el Reino Unido y otros países aliados con presencia militar en la zona.

Los piratas somalís están organizados como verdaderas milicias. Por eso la ayuda de Francia puede ser fundamental no solo por encabezar la Task Force 150 sino por la exitosa liberación de los 30 tripulantes de Le Ponant , asaltado hace 11 días.

El Gobierno de Nicolas Sarkozy tiene previsto presentar en breve un texto en la ONU para luchar contra la piratería marítima con dos medidas concretas: la formación de una patrulla marítima internacional y la persecución de los filibusteros sin los límites que establecen las aguas territoriales de cada país.

En este sentido, el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, llamó al primer ministro de Somalia, Nur Adde Hassán Hussein, quien le ofreció su colaboración para lograr la liberación. Un portavoz afirmó que en esa conversación Hassán Hussein permitió al Gobierno español entrar en sus aguas territoriales, una autorización que facilitará el acercamiento al atunero vasco de la fragata F- 104 Méndez Núñez . Esta nave, de maniobras en el mar Rojo, partió el domingo hacia el lugar del suceso para "disuadir" a los captores. La fragata tiene previsto llegar hoy al lugar donde se halla el pesquero, que ayer se dirigía a la costa somalí. Defensa aseguró que no tiene orden de intervenir por ahora.

Ni Moncloa ni fuentes militaresquisieron aclarar si los secuestradoresya habían puestoprecio a la libertad de latripulación. El jefe de la diplomaciase puso en contactotambién con el presidente dela Comisión Europea, José ManuelDurao Barroso, y el altorepresentante de la UE paraPolítica Exterior y de Seguridad,Javier Solana, además decon representantes de laUnión Africana. La presidenciaeslovena de la UE emitióun comunicado en el quecondenó el secuestro.

INICIATIVA PARLAMENTARIA/El Congreso español aprobóen julio una iniciativa presentadapor el PNV –con el votoen contra de los socialistas–que pedía presencia militaren la zona para asegurar eltrabajo de los pescadores. Unaño antes, Moratinos llegó adecir que el Ejecutivo estabaestudiando el envío de unafragata a Somalia para protegera los navíos españoles yque Zapatero estaba negociandocon otros países “unaserie de acuerdos”, pero hastaahora no se ha adoptado ningunade estas propuestas.

El caso del Playa de Bakio sesigue “al minuto” por una comisiónpresidida por MaríaTeresa Fernández de la Vega,e integrada por Moratinos(Exteriores), Carme Chacón(Defensa) y Elena Espinosa(Medio Ambiente). Tras unaprimera reunión en la Moncloa,De la Vega anunció lacreación de una célula de seguimientoen el seno del EstadoMayor de la Defensa