José Luis Rodríguez Zapatero calificó de "desvergüenza" la utilización partidista que hizo el Gobierno del PP del desfile militar del Día de la Hispanidad, el domingo pasado en Madrid, porque incluyó que militares de Estados Unidos exhibieran la enseña norteamericana. A la vista de esta iniciativa, el líder socialista decidió no levantarse ni aplaudir cuando la bandera pasó a su altura, explicó ayer.

A juicio de Zapatero, el intento de convertir una jornada de "unidad" en una acto de apoyo a las tesis de José María Aznar en favor de la guerra "ilegal" de Irak demuestra otra vez que el Ejecutivo usa en su propio beneficio la bandera, la Constitución o las Fuerzas Armadas.

DIGNIDAD FRENTE AL GOBIERNO

"Fue un gesto de desacuerdo, por coherencia con las propias posiciones y para mantener la dignidad frente a un Gobierno que sigue sometiéndose a los dictados de Bush", afirmó ayer Zapatero en rueda de prensa. Criticó los vítores que los dirigentes del PP dedicaron "a las fuerzas ocupantes" de Irak, que no cuentan con el aval de Naciones Unidas, y recordó que la mayoría de españoles se ha mostrado en contra de esa guerra "injusta".

Para el secretario general del PSOE, el "mayor respeto" que siente tanto por EEUU como por países como Polonia, Honduras o El Salvador, que participaron con tropas en el desfile, no justifica que el Gobierno tuviera la osadía de utilizarlas. Máximo teniendo en cuenta la presencia del jefe del Estado, el rey Juan Carlos.

También consideró un abuso que la situación se orquestase bajo el ondear de las banderolas electorales del Partido Popular que cuelgan de las farolas de la Castellana, ante la consulta autonómica del próximo día 26.

Zapatero desveló que, al contrario de lo que es habitual, el PSOE no recibió información previa sobre el desarrollo del desfile. También indicó que desde el Ejecutivo no se ha brindado al primer partido de la oposición datos sobre el asesinato en Irak del sargento José Antonio Bernal.

CRITICA DEL PORTAVOZ

De "error de bulto" calificó el gesto de Zapatero el ministro portavoz, Eduardo Zaplana, si bien reconoció que no lo había presenciado. Zaplana denostó la actitud del líder socialista, interpretándola como un desplante a la bandera española. Por su parte, el ministro de Defensa, Federico Trillo, dijo que le extrañaba que la actitud de Zapatero fuera deliberada, porque junto a la de Estados Unidos iban otras banderas, entre ellas la española: "Y no creo que quisiera faltarle al respeto", añadió Trillo.

La coordinadora de organización del PP, Ana Mato, sí se ciñó a la cuestión y aseguró que la pasividad de Rodríguez Zapatero le "descalifica como candidato a presidente del Gobierno". "Las banderas no representan a los gobiernos sino a los países", añadió, por lo que fue una "falta de respeto" a los ciudadanos de EEUU.