La propuesta de referendo del lendakari, Juan José Ibarretxe, tiene los días contados. Así lo pronosticó ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que avisó de que "con la misma firmeza y serenidad con la que en diciembre del 2005 le dijimos no en el Parlamento, volveremos a decir no porque aquí prima la Constitución, el Estado de derecho y la ley".

El jefe del Ejecutivo, que hizo estas declaraciones en un mitin en Silleda (Pontevedra), añadió: "En su día, el Congreso le dijo no con tantos votos como razones, y los ciudadanos vascos le volvieron a decir no en las urnas; ahora pasará lo mismo".

Zapatero cree que el anuncio del lendakari responde a "sus necesidades electorales", pero no "favorece en nada al futuro de Euskadi, además de no respetar la legalidad". Según él, Ibarretxe "se equivoca de país, de continente y de siglo. Estamos en la España constitucional, en la Europa unida y en el siglo XXI".

EXAGERACION También criticó las reacciones "alarmistas y exageradas" de Mariano Rajoy y su equipo a esta propuesta, ya que, en su opinión, "en democracia, si llega a producirse una ilegalidad, se subsana con la legalidad, y si hay un error político, se combate políticamente".

"Los malos políticos son los que exageran las cosas para elevar el precio de la victoria. Los políticos responsables aplican el sentido común y la ley con serenidad y con tranquilidad para resolver conflictos, no para avivarlos", sentenció.

El presidente del Gobierno aprovechó su intervención para repasar algunas de las medidas sociales que ha puesto en marcha en esta legislatura, como la subida del salario mínimo interprofesional y las pensiones, que prometió seguir aumentando si gana las próximas elecciones.

Zapatero no se privó de una cierta dosis de triunfalismo en su discurso. "Yo tengo una visión optimista y positiva de España. El pesimismo no ha arreglado ningún problema", dijo, y llegó a afirmar que "España avanza hacia ser uno de los mejores países del mundo desde el punto de vista económico, social, de infraestructuras y de forma de vivir. Nadie, ni con pesimismo ni con alarmismo, va a impedirlo".

En su intervención, el líder socialista apuntó que "los que hacen bien las cosas no suelen presumir de nada ni dan lecciones. La inmensa mayoría de los españoles trabajan y saben que no hay que presumir de ser español para dar todo por España".

NATALIDAD Rodríguez Zapatero también se refirió al superávit de las cuentas públicas, que permitirá "seguir bajando impuestos a la gente, que también es una política progresista". Puso especial énfasis en recordar el cheque bebé que algunos critican "porque 2.500 euros no representan nada para ellos, aunque para la mayoría de los españoles es una cantidad estimable". En este sentido, el presidente del Ejecutivo apuntó la necesidad de que aumente la natalidad. "Necesitamos tener más niños para que mañana podamos cobrar pensiones adecuadas a la dignidad de un país como España", aseguró.

Buena parte de la estabilidad económica y las mejoras sociales que destacó que atraviesa España hay que atribuirlas, en opinión del jefe del Gobierno, a "una forma de gobernar: la del diálogo y el acuerdo ente sindicatos y empresarios".