Con el triunfo del prácticamente descontado, José Luis Rodríguez Zapatero se afanó ayer en movilizar a los abstencionistas a base de inculcarles que una alta participación el domingo será una nueva derrota para el PP. El líder socialista denunció que Mariano Rajoy "fía ahora su éxito en que vayan pocos a votar", y pidió a los catalanes que "hablen alto y claro" para lanzar un mensaje "poderoso de orgullo, dignidad y respeto" a Cataluña. Por si alguno duda aún de a quién beneficia el no , advirtió de que esas papeletas solo servirán para "engordar la crispación, el autoritarismo, el centralismo y la falta de respeto a Cataluña" que achacó al PP.

Zapatero cerró la campaña del referendo en Barcelona, ante la plana mayor del PSC y recién llegado del Consejo Europeo de Bruselas. A pesar de su aspecto presidencial --vestía un formal traje de chaqueta propio de las cumbres europeas-- derrochó electoralismo. Comenzó alabando el Mediterráneo y acabó proclamándose "catalán y español" a base de haber "luchado" por sacar adelante el Estatut.

AGUAFIESTAS Esa fue la baza que jugó, la de la identificación del texto catalán con su propio destino político, seguro del tirón de que goza entre el electorado catalán. Por eso agradeció los votos de los catalanes en las elecciones del 2004 y proclamó que sirvieron para "borrar de la historia la mancha de la guerra de Irak". Mañana, dijo, "los catalanes tienen otra ocasión de hacer historia" con un masivo, porque el Estatut que se apruebe con el refrendo popular "nadie se atreverá a derogarlo".

Zapatero se centró en el PP porque el no que pide ERC, dijo, "es tímido", es un no "que le gustaría ser un ". El grave, el que afecta al futuro de Cataluña y de España, el que hay que combatir, argumentó, es el "no preventivo del PP". Ese es un no "con pinta de aguafiestas", porque lo defiende un partido que parece "un nubarrón gris que amenaza tormenta cada día", se recreó. "No os habrá sorprendido que defiendan el no , porque el PP dice no a lo que quieren los españoles y dice a lo que quieren otros que gobiernan otro países", aludió de nuevo a Irak.

Para redondear la importancia que da a una aprobación holgada del texto básico catalán, Zapatero aseguró que servirá de guía al resto de España. Y alabó la capacidad de Cataluña para liderar las reformas en España: "Cuando Cataluña da un paso adelante marca un liderazgo de progreso para el resto de España. Fue así en 1979 y así será en el 2006". Para cerrar, animó a "celebrar la goleada del domingo" y aseguró que los del no "no pueden celebrar nada".

Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, condenó los intentos de boicot que varios dirigentes del PP han sufrido en la campaña del Estatut. Aunque a renglón seguido acusó a los populares de "alimentar más la crispación" en Cataluña al culpar al PSC de este hostigamiento. De la Vega aconsejó a los populares que "clarifiquen" su modelo territorial, porque no es de recibo que nieguen a Cataluña competencias que demandan en las autonomías donde gobiernan, como Baleares o la Comunidad Valenciana

Al término del Consejo de Ministros, en una declaración institucional, De la Vega demostró también que la doctrina de la Junta Electoral Central (JEC), que ha prohibido a la Generalitat de Cataluña fomentar el voto en el referendo estatutario, no ha hecho mella en el Ejecutivo de Zapatero. La portavoz gubernamental desoyó la prohibición de la Junta Electoral --respaldada por el Tribunal Supremo-- e invitó "a todos los ciudadanos que viven en Cataluña a participar en paz y libertad en la gran fiesta de la democracia que supone siempre acudir a las urnas". De la Vega dijo que los catalanes tienen "un ocasión histórica para pronunciarse sobre su futuro".

MENSAJE TELEVISADO También el presidente catalán, Pasqual Maragall, forzó al máximo los estrictos límites de la Junta Electoral Central para llamar a los catalanes a acudir a las urnas el domingo para votar el Estatut. En un mensaje institucional de seis minutos emitido por las televisiones públicas a las 20.25 horas, antes de los informativos, el president no solo llamó a la movilización ciudadana, sino que elogió las virtudes del texto sometido a consulta, es decir, que pidió implícitamente el . Para muestra un botón: "Quiero que sepáis que lo que me mueve es la ambición de que los ciudadanos se sientan, con el nuevo Estatut, más seguros, más atendidos, y más esperanzados. Y que los jóvenes sepan que tienen futuro. Que pueden decidirlo".

La Junta Electoral Central había desestimado pocas horas antes el recurso de PP y ERC para que impidiera el discurso televisado de Maragall.

LA "OLA" DE CiU A escasas cuatro horas del cierre de la campaña, Artur Mas (CiU) exhortó a todos los catalanes a coger el relevo del "sin complejos y con el mismo orgullo, ilusión y convicción" que lo ha defendido la coalición nacionalista. "El domingo tiene que haber una ola en favor del que ahogue las voces que han intentado abortar el proceso nacional de Cataluña", reclamó el presidente de la federación nacionalista.

EJEMPLO VALENCIANO Y BALEAR En las filas del no , el presidente del PP catalán, Josep Piqué, y el presidente balear, Jaume Matas, alabaron la lealtad de los textos estatutarios valenciano y balear, en contraposición con el proyecto catalán. "Donde gobierna el PP, al final se logra el consenso. Donde gobierna el partido socialista todo salta por los aires", afirmó Piqué. El exministro elogió los procesos de reforma valenciano y balear, porque, dijo, respetan la Constitución y el Estado de las autonomías.

También llamando a votar no , aunque por motivos diferentes, el líder de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod-Rovira, apeló a los miles de ciudadanos que se manifestaron el pasado 18 de febrero en favor del Estatuto que aprobó el Parlamento catalán y en contra del texto pactado por José Luis Rodríguez Zapatero y Artur Mas en la Moncloa. A ellos, Carod les animó a votar no el domingo.