Menos de 20 días después de que ETA dinamitara el proceso de paz con un atentado mortal, José Luis Rodríguez Zapatero mantuvo ayer que el fin del terrorismo exige mantener "vías de diálogo". "Antes y ahora", sostuvo el presidente, que reconoció estar haciendo una apuesta "difícil" porque es la que "merecen los ciudadanos". En el curso de su conferencia en Nueva Economía Forum, el jefe del Gobierno también instó a Batasuna a seguir en la línea de sus últimos pasos hasta desmarcarse de los violentos. Cara a la tarea de construir un gran pacto democrático frente a ETA, conminó a Mariano Rajoy a probar su voluntad de llegar a acuerdos retirando las condiciones previas que ha fijado.

Zapatero detalló cuál será la respuesta del Gobierno al "reto terrorista" tras el atentado de Barajas. El presidente enumeró los "instrumentos" con que cuenta el Estado de derecho para luchar contra el terrorismo, e incluyó en ellos la exploración de "las posibilidades de abrir vías de diálogo". Con ellas, defendió, se persigue propiciar el fin del terrorismo e integrar a los violentos en la vida democrática, bajo la premisa de que "no hay precio político a pagar por ello".

AHORA, NO Esa defensa de la negociación no implica la reapertura inminente del diálogo con los terroristas --"Tras el atentado, no hay quien contemple un escenario de diálogo con ETA", aclaró--, sino la constatación de que, tarde o temprano, los demócratas deberán negociar los términos en los que los terroristas renuncian definitivamente a la violencia.

Para probar que no es más propenso al diálogo que quienes le precedieron en la Moncloa, Zapatero reveló que la frase con la que el lunes dejó la puerta abierta al diálogo en el pleno del Congreso es una cita de José María Aznar. En concreto, el anterior presidente la pronunció el día en que ETA rompió la tregua que había declarado en 1998.

"El Gobierno ha hecho, hace y hará todo lo posible por buscar los caminos que conduzcan a una paz definitiva". Esa es la frase que Zapatero ha incorporado a su discurso como "doctrina" del "caudal democrático" frente al terrorismo. La "generosidad" que Aznar prometió entonces si los violentos se avenían a respetar la democracia la ofertó ayer dos veces Zapatero al referirse a Batasuna, a la que conminó a "segregarse" de la banda.

MAS PASOS El presidente llamó la atención sobre los últimos "síntomas" que aprecia en la izquierda aberzale, desde la petición a ETA para que reeditara el alto el fuego hasta el reconocimiento posterior de la confusión que ha creado el comunicado en el que la banda se arroga el derecho de volver a atentar. "Las declaraciones de los últimos días no deben pasar desapercibidas", reflexionó el presidente, que reiteró su deseo de que Batasuna dé "cada día un paso más" hasta completar la "segregación de los violentos". Un viaje "imprescindible" para que la formación que lidera Arnaldo Otegi pueda participar en democracia, señaló, e igual de determinante para el buen fin de lograr el objetivo de erradicar la violencia.

La actitud del PP mereció varios comentarios del presidente. Zapatero recordó a Mariano Rajoy que la "esencia" del pacto antiterrorista era "fortalecer al Gobierno" para que los terroristas se sintieran "más débiles". Por eso exigió al líder del Partido Popular que acuda a la reunión del pacto "sin ningún límite ni condición previa, sino con intención de escuchar y de buscar un punto común de encuentro". "Esa es la actitud que se tiene cuando realmente se quiere llegar a un acuerdo", sentenció.