El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy un nuevo paquete de medidas contra la crisis, entre las que se incluyen una rebaja fiscal a las pymes y el fin de la prestación de 426 euros para parados sin cobertura, así como la privatización parcial de los aeropuertos y la lotería. Zapatero sorprendió en la sesión de control del Congreso con este nuevo paquete de iniciativas que, según aseguró, buscan facilitar la inversión y el empleo con las medidas fiscales y laborales y promover una mayor liberalización de los servicios en el caso de las privatizaciones, que además podrían generar hasta 14.000 millones según fuentes del Ejecutivo. El jefe del Ejecutivo, que ha cancelado sus viajes a Bolivia y a Argentina, sede este año de la Cumbre Iberoamericana, para estar en el Consejo de Ministros que aprobará el viernes estas medidas, eligió anunciarlas cuando le tocaba responder a una pregunta del líder del PP, Mariano Rajoy, sobre lo que hace el Gobierno para ayudar a pymes y autónomos. Fue entonces cuando Zapatero adelantó la rebaja fiscal en el impuesto de sociedades: se va a ampliar el número de empresas que se puede acoger al tipo reducido (del 25%), con el que tributarán todas las que tengan hasta 300.000 euros de beneficios, frente a los 120.000 actuales. Además, a partir de ahora se entiende por empresa de reducida dimensión aquella que tenga una facturación de hasta diez millones de euros (hasta ahora eran ocho millones). El presidente aseguró que 40.000 pymes se beneficiarán de estos cambios fiscales y también subrayó otras medidas como la creación de empresas en 24 horas, que se va a poner en marcha antes de lo previsto, ya que está incluida en la Ley de Economía Sostenible que aún se tramita en las Cortes. Con esta última iniciativa se busca también facilitar la conversión en pyme de los trabajadores autónomos. Por otro lado, el pago del canon a las Cámaras de Comercio ya no será obligatorio, lo que ahorrará 250 millones de euros a las empresas -90 de ellos a las pymes-. La cuestión laboral también está en este conjunto de iniciativas con una que ha sido ya rechazada por los sindicatos y las fuerzas de izquierda: la desaparición de la ayuda de 426 euros para parados sin cobertura. Zapatero justificó que el programa que regula estas ayudas, el PRODI, concluya en febrero y no se vuelva a prorrogar en el marco de las nuevas políticas activas de empleo, y como contraposición anunció que se va a doblar el número de orientadores públicos de empleo, hasta los 3.000, y se van a regular las agencias privadas de colocación. También explicó que a partir de ahora los funcionarios de nuevo ingreso estarán adscritos al régimen de la Seguridad Social, y el de clases pasivas se mantendrá sólo para los actuales beneficiarios. Finalmente, Zapatero anunció la privatización parcial de la lotería y de la gestión aeroportuaria, que en ambos casos se esperaban pero sobre las que hoy ha dado más detalles. Con la privatización de las loterías el Gobierno espera embolsare entre 4.000 y 5.000 millones, y se permitirá la entrada del sector privado a un negocio que factura unos 10.000 millones de euros cada año. En el caso de los aeropuertos la privatización parcial podría suponer entre 8.000 y 9.000 millones, según fuentes del Gobierno. Nada más hacer sus nuevos anuncios económicos, Zapatero pidió al líder de la oposición su apoyo para este conjunto de medidas y ha apelado en tono irónico a la "actitud permanentemente constructiva" que las iniciativas del PP "rezuman cada día". Rajoy, por su parte, lamentó que el Ejecutivo anuncie "el enésimo paquete de medidas" mientras sigue sin una estrategia económica global y se mantiene instalado "en la improvisación, en el bandazo y en la rectificación". El sindicato CCOO lamentó que las medidas sean una "nueva huida hacia delante que tienen mucho de regate corto" y con las que se trata de contentar a los mercados y descolocar al PP, mientras que UGT criticó los "regalos" a las empresas anunciados por Zapatero y su "antisocial" decisión de suprimir los 426 euros. Por el contrario, CEOE y CEPYME valoraron las medidas, por considerar que "van en la buena dirección" y recogen muchas de las peticiones de la patronal.