José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer que la ley integral de igualdad de trato, que el PSOE incluye en su programa para las elecciones del 9 de marzo, establecerá sanciones "más efectivas" para quienes discriminen y vulneren los derechos de sus conciudadanos. El presidente del Gobierno y líder de los socialistas avanzó además que la nueva norma "se proyectará sobre todos los ámbitos de la sociedad", entre los que citó el empleo, la vivienda, el comercio, la justicia, los servicios públicos y las prestaciones sociales.

Los derechos civiles y el fenómeno de la inmigración coparon la mayor parte de la intervención de Zapatero en la clausura de la conferencia sobre ciudadanía organizada por el partido. En lo que respecta a la propuesta de la ley de igualdad, el jefe del Ejecutivo destacó su voluntad de lograr un consenso con los agentes sociales con el fin de sacar adelante una norma "ambiciosa en sus objetivos" y "realista en sus instrumentos".

Situación inasumible

"A diario vemos que se producen discriminaciones en los servicios públicos, en el empleo, ante las administraciones, en la convivencia, por razón de la condición de las personas, o su origen, o su color de piel, o sus características personales. Eso no es asumible en una sociedad democrática", sentenció Zapatero.

El presidente recordó que dos millones de inmigrantes contribuyen de "manera determinante" con su trabajo a la Seguridad Social, al crecimiento económico y al saneamiento de las cuentas públicas. "En ningún caso la llegada de nuevos ciudadanos a nuestras fronteras, a nuestra tierra, puede significar ni su exclusión ni tampoco mucho menos cualquier actitud xenófoba o racista", afirmó Zapatero.

El líder socialista consideró "lamentable" que responsables políticos vinculen inmigración con delincuencia. No citó nombres, pero aludía, entre otros, a la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por decir que algunos inmigrantes vienen a delinquir.