El presidente del Gobierno concretó ayer otro de los recortes que sufrirá el proyecto estatutario catalán. El artículo que otorga la gestión de las prestaciones de la Seguridad Social a la Generalitat (el 165) "no se aprobará", zanjó José Luis Rodríguez Zapatero ante un satisfecho José María Fidalgo, que minutos antes había reclamado al Gobierno un "pronunciamiento público" contra "cualquier intento de quebrar la unidad de caja y el carácter unitario de las prestaciones de la Seguridad Social". "Esa parte del Estatut requiere una reforma", aclaró el presidente del Gobierno.

Durante una rueda de prensa tras la reunión mantenida en la sede del PSOE entre las ejecutivas socialista y de CCOO, Zapatero fue rotundo al explicar que su Gobierno "mantiene como política clara y constante el principio de caja única, que incluye el reconocimiento y la gestión de las prestaciones económicas" de la Seguridad Social. Zapatero defendió que esa unidad es "una de las más importantes señas de identidad" socialistas.

Aún más contundente fue el secretario general de CCOO, que rechazó, además de la ruptura de la caja única, cualquier reforma de financiación que implique un "modelo fiscal a la carta".