El futuro de Navarra no está en el debate del proceso de paz". Con esa contundencia reiteró ayer el Gobierno su mensaje tranquilizador a los navarros respecto de la continuidad de su estatus jurídico. José Luis Rodríguez Zapatero se lo trasladó personalmente ayer a la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, con la que cerró la ronda de contactos en la Moncloa con las formaciones con representación parlamentaria. Todas ellas le dieron su apoyo para conducir el proceso de paz.

El portavoz del Gobierno, Fernando Moraleda, avanzó que Zapatero baraja recibir en la Moncloa al presidente de Navarra, Miguel Sanz, una vez que tenga en su poder el informe de las fuerzas de seguridad del Estado que explique los detalles y la autoría del ataque contra la ferretería del concejal de UPN en Barañain. Interior confía en tener listo el documento a finales de esta semana. Moraleda descartó ayer con un rotundo "no" que el Gobierno haya recibido directamente de ETA información sobre la autoría de los sucesos del fin de semana.

SANZ CRITICA EL PROCESO El presidente navarro admitió ayer que el incendio de Barañain puede ser obra de "unos descontrolados", pero añadió que le da igual, porque si ETA está inmersa en un proceso de paz "su obligación es controlarlos". Sanz insistió en que "basta una visita a Barañain" para constatar que "no se dan las circunstancias exigibles en el acuerdo del Congreso para iniciar un proceso de negociación con ETA".

El Gobierno se negó a polemizar con Sanz y se limitó a pedir "colaboración institucional y confianza mutua entre instituciones" para lograr la erradicación de la violencia terrorista.

El secretario general del PP, Angel Acebes, advirtió ayer al Gobierno de que comete una "equivocación" al distinguir entre actos de ETA y de kale borroka , como ha hecho al atribuir los sucesos del fin de semana a grupos aislados de violencia callejera.

LOGRO ETARRA El expresidente del Gobierno José María Aznar se sumó ayer a los miembros de su partido que opinan críticamente sobre la situación creada tras el alto el fuego de ETA. Aznar considera que la banda ve posible conseguir ahora "lo que la sociedad española le ha negado durante 40 años". La diferencia de ésta con treguas anteriores, denunció, es que los etarras "ahora creen posible, en el actual proceso, alcanzar sus objetivos".