El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado hoy que el objetivo de la subida "moderada" de impuestos es garantizar las necesidades de protección social y de la inversión en infraestructuras, y ayudará a reducir el déficit para volver a la estabilidad presupuestaria.

En su comparecencia extraordinaria en el Congreso, Zapatero ha destacado que tanto en los Presupuestos Generales del Estado del 2010 como en la ley de economía sostenible se producirán algunos ajustes fiscales, unos al alza y otros a la baja, aunque ha adimitido que globalmente supondrán una subida moderada de la presión fiscal.

Por debajo del 1,5%

El presidente del Gobierno ha subrayado que esta subida estará por debajo del 1,5% del PIB para el conjunto de las Administraciones Públicas, que implica que la presión fiscal sea inferior a la del 2004 y "apreciablemente" por debajo de la media europea.

Además, ha indicado que ese incremento fiscal representará una contribución a la reducción del déficit equivalente a la que se va a conseguir con los recortes en el gasto público.

Zapatero ha asegurado que los ajustes fiscales tendrán en cuenta el fomento de la recuperación económica, por lo que, habrá incentivos a las actividades de la economía sostenible y bajará el Impuesto sobre Sociedades a las empresas de menor tamaño que mantengan el empleo en el 2010 y 2011.

Nuevos presupuestos

Asimismo, ha insistido en que no habrá modificación de los tipos que gravan las rentas del trabajo y ha añadido que las subidas estarán basadas en criterios de eficiencia y equidad fiscal.

En cualquier caso, ha incidido en que la concreción de esos incrementos se producirá con la presentación del proyecto de Presupuestos y se abordará con los grupos parlamentarios dispuestos a apoyarlos.

Difícil digestión

El presidente del Gobierno ha especificado también que tardaremos en digerir las consecuencias de esta crisis económica, que solo se superará, ha avisado, cuando la recuperación se asiente y se vuelva a crear empleo de forma estable.

En el inicio de su comparecencia extraordinaria en el Congreso, Zapatero ha apuntado que algunos de los efectos más negativos de la crisis, como el desempleo y la pérdida de tejido empresarial, perdurarán durante algún tiempo después de que se haya afianzado la recuperación.

Lo peor ya ha pasado

El jefe del Ejecutivo ha reiterado que lo peor de la recesión ha pasado, lo que "no significa, en absoluto, que la recuperación ya esté aquí", o vaya a culminar "con rapidez".

Por eso ha defendido mantener los compromisos adquiridos en la Comisión Europea y en el G-20 de continuar con los planes de estímulo económico y con las reformas del sistema financiero.

También ha señalado que es necesario continuar garantizando la protección social para que "nadie quede definitivamente descolgado de las posibilidades individuales y colectivas de bienestar" y para lograr una sociedad "más cohesionada".

A punto del colapso

Pese a advertir de que será difícil el camino a la recuperación, Zapatero ha valorado haber dejado atrás lo peor y ha recordado en este sentido que hace solo unos meses, en otoño pasado, estuvo a punto de colapsarse el sistema financiero internacional.

Ha añadido que todo apunta a que esa amenaza, que fue "real" durante algunas semanas, ha sido "conjurada" y ya hay buen número de señales que indican una progresiva normalización de los mercados financieros.

Pese a todo, ha insistido en que "la entidad del daño ya causado es tal" que se tardará en "digerir" las consecuencias de la crisis, "incluso en escenarios de recuperación mejores de lo esperado".