José Luis Rodríguez Zapatero puso ayer cifras a la afirmación de que los del 2005 serán unos "presupuestos sociales". El colectivo de pensionistas será uno de los más beneficiados por el "giro progresista". Los que tienen pensiones más bajas, verán una "subida del doble de la media" en sus retribuciones, dijo ayer el presidente. Fuentes del Ejecutivo precisaron que Economía baraja establecer la subida en el 3%, con lo que las mínimas crecerían un 6%, que podría llegar al 8% para los receptores con cónyuge a su cargo.

El jefe del Ejecutivo pone en práctica así otra de sus promesas electorales: la de proceder a la mejora de las pensiones al inicio de la legislatura, para eliminar cualquier lectura electoralista. El coste estimado de la subida será de 400 millones de euros.

PUBLICO MINERO Ante un público compuesto por familias trabajadoras, Zapatero detalló los principales avances sociales de los "primeros presupuestos" de su Gobierno. En la clausura de la fiesta minera astur-leonesa en Rodiezmo, que concentró a 35.000 personas, el presidente avanzó que "medio millón de personas recibirán ayudas para acceder a una vivienda, 200.000 más de las que la percibieron el año pasado".

El hecho de hablar ante un colectivo minero --uno de los sectores más castigados de la economía-- y de estar entre dos territorios (Asturias y León) de los menos ricos de España, obligó a Zapatero a aludir a las pretensiones de las nacionalidades históricas para las próximas reformas estatutarias y constitucionales. Varios oradores se habían referido antes a la cuestión. "Defiendo lo mismo en todas las autonomías", empezó el presidente, y añadió: "Este es un Gobierno para todos, pero ante todo es socialista". Y luego explicó que eso significa que su "prioridad es la cohesión solidaria de España, que implica ayudar más a los territorios que más lo necesitan".

Junto a la vivienda y las pensiones, la educación será la niña mimada de las cuentas del Estado. El presidente anunció 25.000 becas más el próximo año de las que concedieron este. Pero no sólo habrá dotación económica para "recuperar la educación pública", que es según su definición "la que garantiza la igualdad de oportunidades". Zapatero incidió en que la "modificación de la ley de calidad" se hará rápido y se centrará en apoyar al profesorado que trabaja por integrar a los niños con dificultades. El incremento de un 25% en el gasto de investigación --"el mayor de los últimos años", recalcó el presidente-- completa la apuesta educativa.

Además de los anuncios presupuestarios, Zapatero explicó que este año comenzará a "construir el futuro de España". Lo hará, dijo, a través de la extensión de "derechos civiles" a aquellos colectivos que se veían privados de ellos por condicionamientos fruto de las "creencias religiosas". En ese contexto se refirió a la legalización del matrimonio gay y a la ley contra la violencia de género. Zapatero animó al PP a apoyarla "porque es la que desean la mayoría de los españoles". Para el sexo femenino anunció también reformas legales que garanticen un avance en la paridad en los órganos de dirección de las empresas.

Y explicó que procederá a las reformas "sin replicar" a los obispos --"las voces críticas que intervienen en este debate"-- porque respeta su "orden moral". Pero les dejó claro que "el orden civil se regula en el Parlamento".