La victoria socialista de hace un año inauguró, según proclamó ayer José Luis Rodríguez Zapatero, una nueva era de progreso y esperanza marcada por tres conceptos: "Paz, ciudadanía y talante". Al festejar en Madrid el primer aniversario de su triunfo del 14-M, el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno celebró la apertura de esta etapa y anunció que esas tres palabras serán los ejes de su gestión el resto de su legislatura.

No hubo fastos ni muestras de euforia en la sala de la Casa de América que acogió la sobria celebración del triunfo del PSOE. Una contención motivada por el dramático recuerdo de la masacre terrorista del 11-M, a cuyas víctimas Zapatero rindió tributo.

Entre los asistentes, menos de un millar, figuraban los ministros Jesús Caldera, Jordi Sevilla, Juan Fernando López Aguilar, Magdalena Alvarez y María Jesús San Segundo; el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el expresidente Felipe González; y caras de la cultura; como los cantantes Víctor Manuel, Miguel Ríos y Rosa León, el productor de cine Andrés Vicente Gómez y las actrices Silvia Marsó y María Barranco, esta última presentadora del acto. El presidente llegó acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa.

LA RETIRADA DE IRAK Al desgranar las líneas maestras de su gestión, Zapatero ilustró el espíritu pacifista del Gobierno evocando la retirada de las tropas de Irak, su compromiso con la legalidad internacional, la vuelta de España "al corazón de Europa" y su propuesta de forjar una Alianza de Civilizaciones. "España está en paz con el mundo y consigo misma, cerca de todos y lejos de nadie", sentenció.

"Después de ocho años de derechas, hemos tenido un año de derechos". Así resumió Zapatero su compromiso con la extensión de los "derechos de ciudadanía", y recordó que ya ha impulsado la ley contra la violencia sexista, la paridad en el Gobierno, la regulación de los matrimonios gays y la subida de las pensiones y el salario mínimo.

Zapatero dijo que en esta legislatura habrá una ley para la igualdad de hombres y mujeres, y otra para las personas dependientes. El presupuesto del 2006, adelantó, tendrá como "gran prioridad" la investigación.

Presumió de haber recobrado el "talante democrático, que buena falta hacía". Puso como ejemplo el diálogo político, social y territorial, y ensalzó "la riqueza lingüística" de España. Al PP le expresó su "profundo respeto democrático, más allá de su mal perder o buen ganar".

Al PSOE le instó a atender las críticas de los grupos sociales, y a los jóvenes, que sean tan exigentes con el Gobierno como la noche del 14-M, cuando le espetaron el No nos falles.