La oferta sobre el Estatuto catalán que el PSOE anunció como "definitiva" no lo será tanto. En las próximas horas, el negociador socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, enviará al cuatripartito una remozada propuesta de financiación con avances respecto a la anterior, pero también con márgenes para negociar. Y es que, según fuentes del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a cerrar el acuerdo final sobre la financiación directamente con Artur Mas, de modo que el presidente de CiU pueda arrancar contrapartidas beneficiosas para Cataluña que justifiquen el de la federación.

Rubalcaba reunió ayer por la tarde al equipo negociador del PSOE para perfilar su última --que no innegociable-- propuesta sobre la financiación, la inclusión del término nación en el texto y las nuevas competencias.

Fuentes conocedoras de la negociación dijeron que el diseño final del título financiero del Estatuto contendrá una cesta de impuestos más generosa que la esbozada hasta ahora --50% del IRPF y de impuestos especiales, con la posibilidad de incrementar la cesión del IVA más allá del actual 33%-- y con una amplia capacidad normativa; unos mecanismos de solidaridad menos perjudiciales para Cataluña; compromisos sobre la inversión del Estado en la comunidad; y una administración tributaria que a través del consorcio evite duplicidades, pero preservando la independencia de la agencia estatal respecto a la catalana.

Ahora bien, no todas estas novedades figurarán en la propuesta socialista de este fin de semana, que no estará articulada sino que tendrá un carácter expositivo para facilitar la posterior transacción. La estrategia del PSOE parte de la premisa de que CiU sólo se sumará al acuerdo si obtiene un trato preferencial por parte del Gobierno. El presidente del Gobierno ha asumido que, sea cara a cara o por vía telefónica, medie testimonio gráfico o una mera comunicación oficial, deberá ofrecer una contrapartida significativa a Mas para vencer las resistencias de CiU.

Pero, por si esta táctica no diera resultado, los socialistas ya han alertado a CiU de que, si veta el acuerdo, deberá rendir cuentas ante los ciudadanos por haber impedido el salto del autogobierno catalán.

Si Zapatero sella con Mas el pacto final sobre financiación, también Josep Lluís Carod-Rovira tendrá un lugar bajo el sol. El PSOE pretende cortejar al presidente de ERC con un preámbulo del Estatuto que describa más nítidamente a Cataluña como nación, de modo que, ante el electorado independentista, Carod pueda rentabilizar esta fórmula como un éxito personal.

TIEMPO "AGOTADO" Una negociación cuyo tiempo, según advirtió la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, está "prácticamente agotado". E instó al cuatripartito a cerrar un acuerdo "en los próximos días, la próxima semana".