José Luis Rodríguez Zapatero critica la "prepotencia" de los gobiernos socialistas de Felipe González como el mayor de los defectos de una etapa de la democracia en la que, advierte, se produjo una "gigantesca transformación" de España. El presidente hace un extenso repaso del pasado y del presente de España en la entrevista que da cuerpo al libro Zapatero. El mundo de los ciudadanos , realizada en el 2005 por Marco Calamai y Aldo Garzia, sus autores.

Cuando le preguntan por la etapa de Felipe González, Zapatero considera que el mayor de sus errores fue "no reconocerlos". "Tuvimos casos de corrupción y, a veces, actuamos de un modo prepotente, enzarzándonos en absurdas disputas internas que nos ocuparon un tiempo y unas energías que debimos haber dedicado a cosas útiles para los ciudadanos", comenta.

A pesar de esas consideraciones, el actual jefe del Gobierno realiza un elogio general de la obra del expresidente socialista, que logró que España pasara "del aislamiento a la total integración en Europa, de la beneficencia a los derechos sociales y al Estado del bienestar, y del permanente temor a posibles golpes autoritarios a una democracia consolidada". "Esa obra está ya escrita en la historia", sentencia Rodríguez Zapatero.

Pese a que la entrevista fue realizada un año antes de que ETA decretase el alto el fuego, Zapatero ya reprochaba al Partido Popular su actitud beligerante en materia antiterrorista. Incluso se remonta a los orígenes del PP para señalar como "muy significativo" que tanto José María Aznar como Mariano Rajoy, en plena transición, se decantaran por afiliarse a "la minoritaria Alianza Popular", en lugar de apuntarse a la UCD.

El partido de Adolfo Suárez, apunta, estaba "profundamente comprometido con la transición a la democracia", mientras que el de Manuel Fraga era "muy reticente a los avances democráticos". "Había que ser muy insensible a las aspiraciones mayoritarias del país para tener la edad de Aznar y Rajoy y hacer esa elección", concluye. De la transición apunta que se basó en "mucha concordia y poca memoria". Por eso apuesta por "reconocer el sacrificio" de las víctimas de la guerra civil y la dictadura.