Casi nueve meses después de su último encuentro oficial, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se entrevistarán este viernes en la Moncloa. El tortuoso proceso abierto tras el alto el fuego de ETA, en horas bajas, volverá a centrar la charla entre el presidente y el líder del PP. El propósito de Zapatero, según fuentes oficiales, es recomponer la unidad frente al terrorismo y transmitir a la banda un mensaje de firmeza. La fecha elegida así lo confirma: el viernes expira el ultimátum de ETA, que amenazó en octubre con romper el proceso si no percibía avances al finalizar el otoño. Es decir, a partir de pasado mañana.
"Si el Gobierno español no cumple sus compromisos y no hay pasos visibles para constituir la mesa vasca de partidos, el proceso se romperá", advertía la banda terrorista en el Zutabe --boletín interno-- de octubre. Esta amenaza etarra, unida al robo de 350 pistolas en Francia, el recrudecimiento de la kale borroka y la negativa de Batasuna a fundar un partido legal --previo rechazo de la violencia--, han ahondado la crisis de un proceso que, transcurridos nueve meses de tregua y tres años y medio sin asesinatos, ni siquiera ha propiciado una primera reunión formal entre el Gobierno y ETA.
CANALES ABIERTOS Por ahora, el Ejecutivo no da crédito a la hipótesis de que los etarras anuncien el fin de la tregua y la reanudación de los atentados. El discreto canal de comunicación abierto con la cúpula de ETA, aseguran las fuentes consultadas, no se ha roto, lo que ha llevado al Gobierno a la convicción de que, pese a las amenazas, la voluntad de la banda de dejar las armas es la misma que la que llevó a decretar el alto el fuego. De ahí que, aunque cauteloso, Zapatero haya dicho que conserva "intactas" sus esperanzas de lograr el fin del terrorismo.
Pero, sea cual sea el siguiente paso de ETA, el presidente está dispuesto a hacer un nuevo esfuerzo para recobrar el apoyo del PP, que Rajoy le retiró al saber que los socialistas vascos iban a reunirse con la ilegalizada Batasuna. Desde entonces no han vuelto a hablar --al menos que se sepa oficialmente-- hasta el pasado jueves en el Congreso, cuando Zapatero expresó sus condolencias a Rajoy por el fallecimiento de Loyola de Palacio.
El Gobierno desea que la reunión del viernes en la Moncloa sirva para dejar claro a ETA que, pese a las profundas diferencias, los dos grandes partidos españoles comparten los mismos principios democráticos: que la paz no acarreará contrapartidas políticas y que, hasta que la banda renuncie definitivamente a la violencia, ni habrá negociación con ella, ni la izquierda aberzale podrá concurrir a las elecciones.
Desde Nueva York, Zapatero confirmó que la marcha del proceso figurará en la agenda de la cita con Rajoy, con quien también abordará "reformas legales en marcha" y otras pendientes, como la de la Constitución. El presidente juzgó "positivo" que Rajoy haya aceptado la invitación, informa Idoya Noain.
´NO´ AL DIALOGO Rajoy ratificará ante Zapatero su rechazo al diálogo con Batasuna porque "es lo mismo" que tratar con ETA. El líder del PP pedirá al jefe del Ejecutivo que el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, trabaje para que las elecciones locales y forales no haya "listas blancas" de Batasuna. También recalcará que la situación es "mucho peor" que en marzo por la "impunidad" con la que actúa Batasuna y por el "cambio de criterio" de la fiscalía en los sumarios ligados a ETA.
