José Luis Rodríguez Zapatero confió ayer a Gaspar Llamazares la información reservada de que dispone para creer en un próximo fin de ETA. Tras su reunión en la Moncloa, el líder de IU aseguró que el presidente tiene "datos solventes" que justifican su "moderado optimismo" sobre la posibilidad de que la banda renuncie a la violencia y permita así iniciar un proceso de paz.

A través de Llamazares, el presidente quiso demostrar ayer que está dispuesto a compartir la información sobre ETA con el líder del PP, Mariano Rajoy, pero siempre que éste deponga su actitud y se comprometa a ser leal con el Gobierno. El 10 de febrero, Zapatero ya remarcó que, antes de trasladar estos datos a Rajoy, el líder conservador debe "demostrar" un "principio de confianza elemental".

El coordinador general de IU, que también abordó con Zapatero el "enfriamiento" de las relaciones entre su grupo y el Gobierno, guardó la debida discreción sobre la información reservada que le había trasladado el presidente. Llamazares insistió en que el inicio del proceso exige que ETA anuncie "un cese de la violencia definitivo, no a medias ni indefinido", y apuntó que para Zapatero el último comunicado de la banda "no hace granero". Es decir, que el camino hacia la paz "es firme" y que la nota etarra no altera las previsiones del presidente sobre el fin del terrorismo.

Horas antes, Zapatero expresó esa misma convicción a la ejecutiva del PSOE. Persuadido de que ETA dejará las armas, el presidente reiteró su compromiso de "trabajar" en favor de la paz porque opina que, si se presenta la "oportunidad" de lograr la disolución de la banda, tiene "la obligación de aprovecharla". Muy crítico con el PP por su negativa a apoyar la estrategia antiterrorista del Gobierno, Zapatero alertó a los suyos de que dará los pasos que juzgue necesarios para lograr la paz, aunque tengan un coste político para el partido.

Uno de los datos que Zapatero manejó fue que el 23 de febrero se cumplirán 1.000 días sin que ETA haya cometido atentados mortales, el periodo más largo de la historia de la banda.

Luego, ante las cámaras, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, exigió a Rajoy que "no frustre las expectativas de paz", aparque el "cinismo y la hipocresía" y "no use políticamente a las víctimas".