La Conferencia Episcopal Española recibió ayer cumplida respuesta por parte de José Luis Rodríguez Zapatero. Los obispos habían justificado la víspera la "abstención" en el referendo de la Constitución Europea del día 20 por la "precipitación" con la que el Gobierno ha planteado la consulta. Zapatero replicó ayer que a él "de pequeño" le enseñaron que "a quien madruga, Dios le ayuda".

No fue su única alusión a los obispos. El jefe del Gobierno responsabilizó a la cúpula católica, sin mencionarla, de haber sumido a España "en el oscurantismo".

El líder del PSOE recordó a los 5.000 asistentes al polideportivo del Cabañal, en Valencia, que basta un repaso a la historia para comprobar que España "siempre ha llegado tarde" a todas las citas que implicaron "modernidad y progreso". La reflexión le sirvió para pedir a los ciudadanos que impidan "que España vuelva a llegar tarde". Y añadió la acusación al obispado al conminar a los votantes a negarse a "ir de la mano de gentes sin confianza y aprecio a su pueblo", unas "élites" que, según dijo, "sumieron a España en el oscurantismo".

Respecto a la falta de tiempo para conocer el texto constitucional, otro de los argumentos con los que la Iglesia ha "legitimado" la abstención, Zapatero replicó que "no se trata de conocer tal o cual artículo del Tratado", sino de querer "apoyar un proyecto, unos valores y unos principios".

También utilizó medias palabras para criticar la falta de entusiasmo del PP. Sin mencionar a Mariano Rajoy, Zapatero acusó a "algunos" de estar "enfriando los ánimos en lugar de estar enfriando el champán".

IZQUIERDA UNIDA El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, está convencido de que la Conferencia Episcopal, al pedir la abstención, manifiesta lo que piensa la derecha, aunque no lo diga, porque no quiere que el PSOE logre un buen resultado.