José Luis Rodríguez Zapatero censuró ayer al Gobierno de Navarra por organizar mañana una manifestación "contra el Gobierno de España" y enturbiar aún más las relaciones entre UPN y los socialistas navarros. El presidente aseguró que la comunidad foral será "única y exclusivamente lo que quieran los navarros" y que su estatus no diferirá del actual porque se enmarcará siempre en el marco de la Constitución y en el Amejoramiento del Fuero.

Zapatero confirmó que la comunidad "seguirá siendo lo que es hoy mismo" y lamentó que el PP y UPN no se den por enterados aunque lo afirme de forma "clara y rotunda". Así, atribuyó la protesta del sábado al interés electoral del partido de Miguel Sanz y a su voluntad de partir con "una cierta ventaja posicional" en la carrera electoral. "El PSN no le va a dar ningún cheque en blanco a Sanz".

"HUBO CIERTA PRESION" Preguntado por el caso de Iñaki de Juana Chaos, el jefe del Ejecutivo insistió en que la muerte del etarra hubiera alimentado "los peores instintos de determinados sectores jóvenes del mundo aberzale". Zapatero admitió que el etarra sometió al Gobierno a "una cierta presión", pero descartó que la decisión de trasladarlo a Euskadi suponga haber cedido a un chantaje. Sobre la relación de este caso con el proceso de paz, el jefe del Ejecutivo fue categórico: "No tiene nada que ver".