Detrás de los incidentes que en los últimos meses han complicado las relaciones con Marruecos "no hay nada serio" que deba preocupar a España, aseguró ayer en Tokio Rodríguez Zapatero. Preguntado por el último capítulo de desencuentros, el desalojo de embarcaciones españolas de una cala marroquí próxima a Melilla, confesó desconocer los hechos, pero defendió que la relación entre ambos países "es muy sólida".