Decía a menudo la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega que el jefe del Ejecutivo es un experto en controlar "los tiempos políticos". Cuándo anunciar medidas polémicas, cuándo ponerse de perfil, cuándo evitar un debate... y cuándo avivarlo. Y eso es lo que hizo el lunes por la noche en el palacio de la Moncloa durante la tradicional copa de Navidad que ofrece a los medios de comunicación. José Luis Rodríguez Zapatero disparó los comentarios sobre si se presentará a las elecciones del 2012 al revelar que ya ha tomado una decisión y añadir que, incluso, se la ha comunicado "a una persona" del PSOE. Ayer solo había una pregunta para plantearla a los dirigentes socialistas que quisieran contestar: ¿Es usted el elegido para guardar el secreto de Zapatero?

Uno de los posibles depositarios de semejante información es Alfredo Pérez Rubalcaba, "vicepresidente o más", como dijo la semana pasada José Bono. Y ya que el número dos del Gobierno estaba participando en el cóctel con los medios y se encontraba a solo unos metros de Zapatero atendiendo a otro corrillo de periodistas, varios redactores fueron a preguntarle.

Rubalcaba regaló esa media sonrisa que pone cuando no quiere hablar de un tema y se escabulló entre los invitados. La "liebre eléctrica" del Gobierno (sobrenombre aportado también por Bono) también se escabulló ayer en el Congreso de los Diputados. Parece que Rubalcaba fue el más rápido en decidir, al menos de momento, que este debate, como tantas veces había dicho el propio Zapatero, no beneficia en nada al Gobierno ni al PSOE porque el único objeto de atención debe ser la crisis.

"TIPICA DISCUSION MEDIATICA" Así lo ven varios dirigentes socialistas consultados bajo la condición de anonimato, que atribuyeron a "un desliz" o "un error" las palabras de Zapatero, porque consideran que "introduce una discusión que no es buena" en un momento en el que se necesita una sola voz "alta y clara" para afrontar las reformas. Algunos de ellos confiaron en que este debate sea "la típica discusión mediática".

El vicesecretario del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, sabedor de que es otra de las personas en las que uno piensa cuando Zapatero dice que ha revelado "a una persona del partido" su decisión, se dejó querer: "Si yo fuera el depositario del secreto y lo desvelara, dejaría de ser secreto; no voy a decir nada".

RESPETO ANTE LA DECISION A primera hora de la mañana de ayer, el ministro declaró en RNE que le había "sorprendido" la afirmación del presidente del Gobierno, pero que piensa que "sigue siendo el mejor activo" del PSOE y que, en todo caso, respeta "profundamente" su decisión y sus tiempos.

El vicepresidente tercero y presidente del PSOE, Manuel Chaves, dijo de una manera más clara que no sabe "nada" de su decisión y que únicamente aspira a trabajar para que Zapatero sea el próximo candidato socialista a las elecciones generales.

MUNICIPALES EN PRIMAVERA Hasta ahora, Zapatero había defendido antes sus barones que este debate es "contraproducente" para el Ejecutivo y para el Gobierno, aunque es consciente de que será inevitable abrirlo tras las elecciones municipales y autonómicas de la próxima primavera, último test para el PSOE antes de las generales del 2012.

En la conversación del lunes por la noche en la que Zapatero desató las alarmas, el presidente del Gobierno también mostró confianza en la "lealtad" de sus barones y aseguró que sabrán esperar al momento en que él decida hacer público qué quiere hacer con su carrera política.