La afición del PP a recurrir leyes aprobadas por las Cortes ante el Tribunal Constitucional (TC) permitió ayer mantener viva en la Moncloa la llama del debate sobre la sentencia del Estatut. José Luis Rodríguez Zapatero compareció en rueda de prensa después de reunirse con el presidente de Siria, Bashar al Assad, y aunque no se le preguntó explícitamente sobre el fallo del TC (había temas más importantes para los periodistas como conocer la opinión del presidente del Gobierno sobre el futuro de España en el Mundial), acabó rompiendo una lanza a favor de la norma catalana.

LEY DEL ABORTO Lo hizo al responder sobre el recurso de inconstitucionalidad presentado por los populares contra la nueva ley del aborto, que ayer entró en vigor. "El PP, lo que pierde políticamente lo traduce en recursos ante el TC. Pero son las mayorías parlamentarias las que marcan las posiciones de fondo", afirmó, anteponiendo los acuerdos políticos a ese tipo de maniobras. Una situación calcada a la que se ha vivido con el Estatut, aprobado por las Cortes y validado en referendo, pero recortado por los jueces del Constitucional aprovechando un recurso del PP, entre otros. El jefe del Ejecutivo recordó que los conservadores ya usaron profusamente esa táctica en la anterior legislatura y aseguró que los recursos ante el alto tribunal no crean "inseguridad jurídica" sobre el desarrollo de las normas cuestionadas.

El presidente tendrá la oportunidad de defender esa teoría en el debate sobre el estado de la nación de la próxima semana. El Gobierno confirmó ayer que Zapatero hablará en su discurso de la Carta catalana, y que lo hará para destacar que la sentencia del Tribunal Constitucional "consolida" y "refuerza" el avance del modelo de Estado autonómico.