En su primer viaje oficial a Iberoamérica, José Luis Rodríguez Zapatero se ha propuesto imprimir un giro a las relaciones de España con este continente. El presidente español, que ayer partió de Madrid rumbo a México, ofrecerá a los mandatarios iberoamericanos "reequilibrar" su relación con España y superar la estrategia neocolonialista de su antecesor, José María Aznar, según informaron fuentes oficiales.

AGENDA CARGADA La densa agenda de Zapatero en México consta de dos etapas: primero, en la capital federal, el encuentro --programado para la pasada madrugada-- con el presidente, Vicente Fox, además de varios contactos con opositores mexicanos y empresarios españoles; y mañana, en Guadalajara, la participación en la tercera Cumbre Unión Europea (UE), América Latina y Caribe. Allí mantendrá entrevistas bilaterales con los presidentes Néstor Kirchner (Argentina), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Hugo Chávez (Venezuela), entre otros mandatarios.

Fuentes de la Moncloa sostienen que buena parte de los recelos que España ha levantado en los últimos años en América Latina obedecen a los "tics neocolonialistas" del expresidente Aznar. Según el Gobierno, el anterior jefe del Ejecutivo intentó rentabilizar en beneficio de su propia imagen la presencia del capital español en el continente, de modo que desequilibró las relaciones bilaterales. El propósito de Zapatero, según sus colaboradores, es que el vínculo de España con Iberoamérica se base más en los lazos políticos, y sobre todo culturales, que en la inversión económica.

VOZ PROPIA El equipo de Rodríguez Zapatero subraya que el presidente llega a Iberoamérica "con voz propia y autónoma" respecto a Estados Unidos. Al contrario que Aznar, quien, a juicio del Gobierno, hizo de "recadero" del presidente estadounidense, George Bush, en vísperas de la invasión de Irak.