Puede que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, hayan dado con la solución para sacar a la Alianza de Civilizaciones del ostracismo: Barack Obama. El presidente de EEUU participará en el segundo foro de esta iniciativa de paz, que se celebrará el 6 y 7 de abril en Estambul, según fuentes diplomáticas españolas. El apoyo del líder demócrata supondrá un reconocimiento sin precedentes a un proyecto sin efectos positivos hasta ahora.

Zapatero y Erdogan, copatrocinadores de la Alianza, han puesto a sus diplomáticos a trabajar para beneficiarse de la carambola del calendario. Hace meses que los dos ejecutivos planificaron para esos dos días la reunión bilateral anual y la segunda cumbre de la Alianza de Civilizaciones, y el sábado supieron, por boca de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que Obama tenía previsto visitar Turquía "en un mes", aprovechando su viaje a Europa. Imposible dejar pasar semejante oportunidad. No obstante, el Departamento de Estado de EEUU no confirmó ayer la presencia de Obama.

PAIS BISAGRA Con su reciente visita a Ankara, Clinton ha empezado a restaurar la alianza entre EEUU y Turquía, un país que considera clave en la región, por su mediación en el conflicto de Oriente Próximo y su posible participación en el dosier nuclear iraní. Obama quiere que Turquía sea el primer país musulmán que pisa como presidente de EEUU, y al que aspira a utilizar como plataforma para reconstruir las relaciones entre Washington y el mundo árabe, maltrechas después de los ochos años de George Bush y las invasiones de Irak y Afganistán.

Es esa condición de país bisagra, que también juega en la Alianza de Civilizaciones, la que puede ayudarle en su entrada en la UE, una adhesión que Zapatero siempre ha defendido y que, con las previsiones más optimistas, puede llegar en el 2015.

Si el líder norteamericano participa en el foro, Zapatero coincidirá con él seis días consecutivos. El primer cara a cara tendrá lugar vestidos de gala en el Palacio de Buckingham: el día 1 de abril, la reina Isabel II les ofrece una recepción como preludio a la cumbre del G-20 que ha organizado el primer ministro, Gordon Brown, y que acabará el 2 por la tarde. Antes de saber que Zapatero y Obama coincidirían en Turquía, las diplomacias norteamericana y española habían reservado un hueco en la agenda de ese día para el primer encuentro entre ambos mandatarios. Ahora la cita, que el rey Juan Carlos pergeñó en su reciente viaje a Miami con James Jones, el consejero de Seguridad Nacional, podría desplazarse a Turquía, extremo que la Moncloa no puede confirmar aún.

Los días 3 y 4, los jefes de Gobierno de los países que forman parte de la OTAN se reunirán en Estrasburgo (Francia) y Kehl (Alemania), con la estrategia en Afganistán como asunto más importante. El día 5, el Gobierno checo, que ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea, ha preparado una cumbre entre EEUU y los Veintisiete.

Zapatero concede mucha relevancia a esa intensa semana de abril. De hecho ayer, en la rueda de prensa que ofreció con el presidente de Serbia, Boris Tadic, y al serle reclamado un balance sobre su primer año de esta legislatura, el jefe del Ejecutivo señaló la participación de España en el G-20 como uno de los tres pilares de su estrategia contra la crisis. Zapatero destacó el "logro" que supone participar en el grupo de países que están intentando rediseñar el sistema económico y financiero y dotarlos de más controles. Junto con los otros dos aspectos ("el plan de estímulo a la economía y el empleo y el cumplimiento de los compromisos sociales"), espera poder hacer un balance alentador a mediados de abril, cuando se cumpla un año del nuevo Gobierno.