El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha propuesto a José Luis Rodríguez Zapatero aprovechar su viaje a España con motivo de la Cumbre Iberoamericana de Salamanca del viernes y sábado próximos para formalizar el contrato de material militar acordado por ambos en Caracas en marzo. Zapatero no está dispuesto a hacerse una nueva foto con Chávez como consecuencia de la polémica operación, y ha declinado de momento la invitación arguyendo que tiene la agenda apretada en los días siguientes a la cumbre, según dijeron fuentes oficiales.

La reticencia del líder venezolano a incluir en el contrato, como estaba previsto, la compra de dos buques asfalteros y un petrolero ha contribuido a enfriar el entusiasmo del presidente español por el negocio.

Si finalmente se saca adelante el contrato, la idea es que lo firmen los titulares de Defensa de los dos países, en lo posible en un acto discreto. Pero hoy no está nada claro que la operación vaya a cristalizar. El multimillonario negocio con Caracas ha provocado desde el primer momento una fuerte tensión entre los ministerios españoles de Defensa, partidario de su firma, y Exteriores, reacio a dar ese paso de importantes connotaciones políticas. El presidente del Gobierno prefiere congelar el conflictivo contrato.

Desafiando las iras de EEUU y los ataques del PP, Zapatero apadrinó en abril con el líder venezolano un protocolo por el cual el Gobierno de Caracas se comprometía a comprar a España cuatro corbetas, cuatro patrulleras de vigilancia costera, 10 aviones de transporte C-295 y dos aviones de vigilancia marítima por un monto total de 1.300 millones de euros.

EL MAYOR PEDIDO El acuerdo --el mayor pedido de un país extranjero a la industria militar española en los últimos años-- se vinculó al compromiso de Venezuela de adquirir también dos buques asfalteros, un petrolero de tipo Panamax y un contrato de reparación de petroleros en instalaciones navales españolas. Chávez quiere ahora firmar el contrato con Zapatero en un acto formal después de la cumbre iberoamericana. Ha propuesto celebrarlo el lunes en Madrid. El presidente español le ha transmitido que va a resultar muy difícil ese encuentro, porque tiene la agenda muy cargada.

Según fuentes gubernamentales, Zapatero aún no ha decidido si firma o no el contrato en los términos que ofrece Chávez. Lo que sí tiene bien claro el presidente español es que no se prestará para una nueva foto con el mandatario venezolano en el caso de que se selle la operación.