Ni se incorporó ni aplaudió el paso de la bandera de los Estados Unidos. La actitud del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en el desfile militar de ayer por La Castellana contrastó con la de sus compañeros de tribuna. Si Mariano Rajoy, Luis de Grandes y el expresidente Leopoldo Calvo Sotelo, que le flanqueaban, se pusieron en pie y aplaudieron a la bandera de las barras y estrellas, Zapatero se abstuvo de hacerlo.

El gesto del dirigente socialista al paso de la enseña norteamericana fue otra expresión gráfica de su rechazo a la guerra de Irak. La enseña de EEUU desfiló un paso por delante de la de Polonia y, a diferencia de ésta, el militar que la portaba no la inclinó al pasar frente a la tribuna principal, donde los Reyes y el Gobierno en pleno presidían el desfile. Tras la bandera polaca marchaban las de los países centroamericanos de la Brigada Plus Ultra en Irak.

En cambio, el líder del PSOE aplaudió con visible entusiasmo a los legionarios, que llevan el peso de la seguridad en la provincia iraquí de Al Qadisiya. Y también expresó su apoyo con aplausos a la Guardia Civil a pesar de su propuesta de unificarla a medio plazo con la Policía Nacional.

ACTOS EN IRAK

La celebración de ayer estuvo así marcada por la posguerra iraquí. Y, mientras en La Castellana de Madrid desfilaban unos 3.000 soldados, en la sede del cuartel de la Brigada Plus Ultra, en Diwaniya (Irak), el general Alfredo Cardona invitaba a las autoridades locales a gazpacho y tortilla de patatas.

Los miles de madrileños que abarrotaron los márgenes de La Castellana pudieron contemplar por dos de los 24 nuevos helicópteros de ataque Tigre comprados por España al consorcio francoalemán Eurocopter. El cielo encapotado impidió ver los cazabombarderos F-18 y Mirage F-1.

El primer avión Eurofighter, entregado el jueves al Ejército del Aire y bautizado como Tifón , no pudo participar en el desfile porque el consorcio fabricante inmovilizó el sábado todos los aparatos al detectar un fallo en el tren de aterrizaje. El prototipo del Tifón ya desfiló en el 2001 sin el seguro de 1.100 dólares que pidieron los fabricantes al Ministerio de Defensa. Un año después, se estrelló en Toledo.

AUSENCIAS Y PROPAGANDA

En la tribuna, faltó el príncipe Felipe, de viaje a Nueva York. De los presidentes autonómicos no estuvieron el andaluz Manuel Chaves ni el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y se registró la tradicional ausencia de Jordi Pujol y el lendakari Juan José Ibarretxe. A la recepción que luego ofrecieron los Reyes, acudió el diputado Jordi Jané en nombre de CiU, y Gaspar Llamazares (IU), que había tildado la parada militar de "desfile de la guerra de Aznar".

El PSOE anunció una protesta ante la junta electoral porque TVE emitió planos del desfile con los carteles de Esperanza Aguirre, candidata del PP a la Asamblea de Madrid, que colgaban de las farolas del paseo de La Castellana.