Es el Estatuto. José Luis Rodríguez Zapatero reconoció ayer ante la dirección del PSOE que "las reformas territoriales" son las que menos "entiende" su electorado. Pero se negó a atribuir al proyecto catalán la culpa del desgaste que detectan las encuestas. Es "la división" que ha mostrado el PSOE ante la reforma aprobada en Cataluña la que ha "desconcertado al votante socialista, mucho más que el acoso del PP", reprochó ayer a la ejecutiva, según algunos asistentes.

La cúpula socialista --que no se reunía desde el 24 de octubre-- escuchó ayer la enésima reprimenda de su líder por dudar del resultado final de la reforma catalana. Durante meses Zapatero ha exigido a los suyos que evitaran comentarios críticos respecto al Estatuto catalán. Ahora se ven los resultados de la falta de disciplina interna, vino a concluir ayer, según algunos miembros de la ejecutiva. Zapatero defendió que cumplirá su programa electoral "de la A a la Z". "Nadie detendrá nuestras reformas", ni las críticas de la derecha ni las dudas de la izquierda, zanjó. Y concluyó asegurando que la ciudadanía premiará electoralmente ese cumplimiento.

EL PP NO SUBE Según su análisis, "no hay ninguna situación anómala ni preocupante" pese al desgaste que arrojan los sondeos. Se trata, argumentó, de la reacción normal del electorado ante las "profundas reformas" que su Gobierno está impulsando. Unos cambios que "pueden generar incomprensión hasta que la gente los asimile", dijo.

Zapatero recordó a los suyos que ninguna encuesta refleja un aumento de votos para el PP, sino que parte de quienes votaron al PSOE en el 2004 ahora están "desconcertados". A esa tesis se aferró para exigir al partido que encabece la defensa del Gobierno, apoyando sin fisuras sus políticas y mostrando "una posición coordinada y un discurso unitario", según fuentes presentes en la reunión. Ni siquiera permitió que afloraran las críticas al hecho de que buena parte del Ejecutivo resulte "desconocido" para los ciudadanos.

LA INDEPENDENCIA DE RTVE Zapatero también se mostró inflexible ante quienes se quejaron de la escasa presencia del Gobierno en TVE. El presidente recordó que la independencia de RTVE es "otra de las promesas electorales", como la que desterró el uso partidista de las campañas institucionales.

Los socialistas no aprobaron ayer un calendario de actos para implicar a los ministros en la promoción de sus políticas. De hecho, los primeros mítines se harán en todas las provincias este viernes para explicar la ley de educación, y en ninguno estará la ministra del ramo.

El secretario de organización, José Blanco, resumió la determinación del PSOE y del Gobierno para "hacer posible el ambicioso programa de reformas" que prometió en el 2004.

Una de esas reformas será la de la ley de financiación de los partidos, asunto en el que el PP ha hallado munición contra el Gobierno al cuestionar la renegociación de un crédito de La Caixa al PSC, cuyo primer secretario es el ministro José Montilla. Blanco anunció ayer que la ley estará aprobada "antes del próximo verano" y que "eliminará las donaciones anónimas", de las que se benefician sobre todo el PP, CiU y PNV.