Fue un alarde de transparencia. José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer en su primer discurso como presidente en un debate del estado de la nación que informará al Parlamento de "los pasos" que pueda llegar a dar en una futura negociación con la banda terrorista ETA. Lo soltó al inicio de su discurso, para despejar de un plumazo todas las especulaciones sobre sus intenciones respecto a un posible proceso de paz. Dejó claro que aún no ha comenzado el diálogo, pero avanzó que "si llega el caso" él trabajará "sin descanso por la esperanza". Y lo hará buscando para ello "el respaldo de todos los grupos políticos" en el Congreso.

El jefe del Ejecutivo explicó después que había decidido hablar del terrorismo nada más iniciar su discurso para separarlo de la discusión sobre la gestión del Gobierno en su primer año, verdadero motivo del debate del estado de la nación. Y añadió que lo hacía consciente de que sería el eje de la intervención de su principal contrincante, Mariano Rajoy. No se equivocaba. El líder del PP prácticamente dedicó su primera intervención a la política antiterrorista, después de escuchar a Zapatero reprocharle falta de lealtad al pacto anti-ETA y advertirle de que pagará en las urnas su falta de apoyo al Gobierno.

SIN HACERSE ILUSIONES No faltó en la exposición del presidente una llamada a la prudencia. "Advierto de que nadie debe hacerse ilusiones, porque la historia de ETA no lo permite", alertó, pero a renglón seguido proclamó que su "obligación" es intentarlo. Las condiciones para ello son propicias, anunció. "El Estado de derecho ha demostrado su fortaleza y superioridad frente al terrorismo. Lo saben los terroristas y también conocen, hoy más que nunca, la inutilidad de la violencia", interpretó. El aumento del "número de vascos" que la rechazan es otro pilar que sustenta su convicción de que "esta legislatura será trascendente" para lograr la paz.

Zapatero se mostró convencido de que "los españoles apoyarán el esfuerzo" del Gobierno para la pacificación. Y reclamó idéntica actitud de sus representantes políticos. Fue entonces cuando se comprometió formalmente a "acudir a la Cámara para explicar los pasos a dar y para solicitar el respaldo de todos los grupos al logro de la gran aspiración de poner fin al terrorismo en España".

Aunque no puso condiciones expresas para iniciar el diálogo con los terroristas, señaló que el único destino de los etarras es "disolverse y deponer las armas". Y añadió que la consecución de la paz definitiva "no tiene precio político", aunque reconoció que "la política puede contribuir al fin de la violencia".

El debate autonómico fue el segundo gran eje del discurso del jefe del Gobierno. Si empezó con ETA, cerró su intervención proclamando la intención del Gobierno de "ampliar el autogobierno de las comunidades autónomas". Para ello, consideró imprescindible un nuevo sistema de financiación autonómica. En ambas cuestiones reclamó el apoyo de "todos los grupos". Pero estableció que, así como las reformas estatutarias parten del impulso de los parlamentos autonómicos, la iniciativa en el cambio de sistema de financiación corresponderá a su Gobierno. De hecho, fijó las fechas en las que estará lista una "revisión" que calificó como "necesaria" para dotar de "suficiencia" financiera a las autonomías.

LAS CUENTAS DE SANIDAD Este año, anunció, se aprobarán las nuevas cuentas de la sanidad tras debatirlas en la próxima conferencia de presidentes, de modo que se recoja en los presupuestos del 2006. Será el año que viene cuando se discuta la ley del nuevo sistema de financiación autonómica, que antes se habrá consensuado "multilateralmente" en el Consejo de Política Fiscal.

Por espacio de más de hora y media, Zapatero desgranó su primer año de gestión, esbozó las líneas de futuro y acusó al PP de "fracasar en todas sus profecías". Prometió que la economía seguirá creciendo más y generando más y mejor empleo. Solicitó un pacto educativo para una reforma estable. Anunció más becas, mejores pensiones, subida del salario mínimo, un nuevo plan de vivienda y las leyes de igualdad y de dependencia.