Es difícil colaborar con quien te ha insultado. José Luis Rodríguez Zapatero utilizó ayer su turno en la sesión de control en el Congreso para afear a Mariano Rajoy su actitud de los últimos meses, en los que ha llegado a convocar una marcha en Navarra para protestar contra la inminente "claudicación" del Gobierno ante la reclamación de ETA de anexionar esa autonomía al País Vasco. No habrá tal. Ni siquiera un Gobierno foral del PSOE y Nafarroa Bai. Zapatero dejó entrever ayer que su solución para el puzle que las urnas han dibujado en Navarra es dejar a UPN gobernar en minoría.

Es la opción que más consenso cosechó entre los miembros de la ejecutiva reunidos el lunes pasado, por ser la que menor coste electoral acarreará al PSOE. El historial de agravios del PP en estos tres años ha surtido efecto en los socialistas, escaldados por el reflejo electoral que ha tenido el mensaje del PP de entrega del Estado a ETA. La prudencia se ha adueñado de Ferraz hasta el punto de optar por lo posible y renunciar a lo plausible. El PSOE se queda sin Navarra para evitar un descalabro electoral en la parte de España que ha castigado los devaneos del Gobierno con el entorno aberzale.

"Los socialistas siempre hemos trabajado por la convivencia. Y ponemos ese objetivo por encima de nuestras legítimas aspiraciones de poder", explicó ayer Zapatero, que no quiso explicitar en ninguna de sus intervenciones que pedirá a Fernando Puras (PSN) que no pacte con Nafarroa Bai (Na-Bai).

PURAS, EN FERRAZ El líder de los socialistas navarros pasó ayer por el despacho de José Blanco en Ferraz para recibir todos estos argumentos, que explicará mañana a la ejecutiva del PSN. Puras y el partido pueden ver compensado su sacrificio actual en poco tiempo. Una vez superadas las elecciones del 2008, los socialistas se plantearán acordar con Na-Bai una moción de censura contra Miguel Sanz.

Durante la sesión de control en el Congreso, que Rajoy aprovechó para tratar de arrancar a Zapatero un compromiso que dé "estabilidad" al Gobierno de Sanz, el jefe del Ejecutivo exigió al líder del PP "una rectificación" que restaure el daño infligido a la "dignidad" de los socialistas. Aplaudió que los conservadores pasen "de la descalificación" a la petición de "colaboración", pero dejó claro que esta no contempla un acuerdo de Gobierno entre UPN y PSN. El líder del PP llegó a afirmar que su partido "comparte el modelo de Estado del PSOE".

La sorprendente afirmación de quien "ha basado su estrategia de oposición en denostar a Zapatero por provocar la ruptura de España" indignó a los socialistas. El jefe del Ejecutivo, en su turno, atribuyó el giro de Rajoy a "la pérdida de la mayoría absoluta en Navarra" que ha sufrido UPN. Y no se dejó llevar por el intento de contemporizar de Rajoy. Al menos, no antes de escucharle excusarse por haber "sembrado la discordia en Navarra y en España con Navarra".

ENTREVISTA LEJANA Con la pelota en su tejado, Rajoy tiene pocas ganas de acercarse a la Moncloa para mantener la entrevista con el presidente que este anunció para junio. Zapatero reiteró ayer que le llamará en los próximos días, pero fuentes de su entorno apuntan que la cita puede posponerse hasta que estén constituidos los ayuntamientos y los gobiernos autonómicos.