José Luis Rodríguez Zapatero se preguntó ayer en Málaga "cuándo van a empezar las dimisiones" de los responsables del PP que en los últimos días han hecho alarde de una "grave irresponsabilidad". El líder del PSOE enumeró, entre aplausos de sus seguidores, las últimas polémicas desatadas por las palabras del ministro de Defensa, Federico Trillo, sobre Marruecos, de la titular de Administraciones Públicas, Julia García-Valdecasas, sobre el "pacto del PSOE con asesinos", o del presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, sobre "los hectolitros de vino" que bebe Pasqual Maragall. Recordó que el PP "pedía dimisiones al PSOE cada minuto" cuando estaba en la oposición, y que ahora "no asume ni una responsabilidad". Y acabó preguntándose: "¿Qué vara de medir tiene el PP?".

"INTOLERABLES" El candidato socialista rememoró que "muchos" miembros de su partido habían "dimitido por declaraciones mucho menos irresponsables", y conminó a los populares a aplicarse la limpieza democrática que exigían en la oposición porque, de no hacerlo, "la sociedad española les hará dimitir a todos de una vez el 14 de marzo". "Cuando se dicen cosas como ésas --dijo en referencia a las palabras de los responsables gubernamentales-- hay que dimitir, porque son cosas intolerables en democracia".

Para su contrincante, Mariano Rajoy, tuvo también frases duras. Le acusó de haber utilizado el comunicado de ETA con fines electorales y le exigió que "sea la última vez que ocurre eso en democracia". Volvió a retarle a debatir, aunque aseguró que no aceptará porque "no le gusta dar explicaciones" y "no tiene nada que decir a los españoles".

LA MITAD DE PROMESAS Horas antes, el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, presentó un informe del PSOE en el que se asegura que 250 promesas de las 500 que ofrece el PP en su programa electoral están copiadas de iniciativas parlamentarias de los grupos de la oposición en esta legislatura. Además de ser ideas prestadas, todas esas ofertas corresponden a iniciativas que el PP rechazó en el Congreso. El informe socialista compara las iniciativas rechazadas por el PP y las soluciones que ahora ofrece el programa popular a la delincuencia, al precio de la vivienda, a la precariedad laboral o a la violencia machista, entre otros ejemplos, para demostrar que son idénticas.