La carrera hacia las elecciones generales de marzo ha empezado. Y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dio ayer el pistoletazo de salida en una intervención ante el comité federal del PSOE. En su discurso inicial, de hora y media, Zapatero diagnosticó que el PSOE se encuentra "bien", pero advirtió de que las elecciones "no están decididas". Por ello, en un símil deportivo, llamó a los dirigentes socialistas a "sudar la camiseta" hasta el "último minuto". En este sentido, insistió en que el PSOE no puede confiarse "ni un minuto" y de que "para ganar hay que merecer ganar".

Zapatero repasó de forma exhaustiva las políticas puestas en marcha por su Ejecutivo en esta legislatura y destacó que suponen la garantía de que el PSOE cumple sus compromisos.

El comité federal de los socialistas aprobó en la reunión de ayer el calendario para elaborar sus listas electorales y para elegir oficialmente a su candidato a la presidencia del Gobierno. Así, se acordó que los próximos 26 y 27 de enero se celebrará la Conferencia Política para aprobar el programa electoral y el presupuesto para la campaña, que será de 12,6 millones de euros. Respecto a las candidaturas, si, como establecen los estatutos del partido, antes del próximo miércoles el comité federal no pide que se celebren primarias, Zapatero será automáticamente designado candidato.

ESCUCHAR AL CIUDADANO Zapatero animó a los suyos a redactar "el mejor programa" electoral y a hacerlo escuchando a los ciudadanos, "sin temor al debate y a las propuestas que vengan de la sociedad". El presidente explicó que sus tres prioridades en la próxima legislatura serán el pleno empleo, el liderazgo en la innovación y el Estado de bienestar, y la convivencia. Aunque no adelantó ninguna nueva propuesta electoral, sí dijo que la universalización de la educación infantil de 0 a 3 años será una de sus prioridades, y que elaborará dos "ambiciosos" planes de Cercanías para Madrid y Barcelona.

Una de las cosas que puso de manifiesto el discurso del presidente es que las infraestructuras del país son, tras la crisis ferroviaria en Cataluña, uno de los principales motivos de preocupación del PSOE. Zapatero destacó el "esfuerzo inversor" del Ejecutivo. Tras afirmar que en estos momentos están en construcción 2.000 kilómetros de AVE y otros tantos de autovías, retó a que "se busque algo parecido". Dijo que, en tres años, España será el primer Estado del mundo en alta velocidad y el primero de Europa en autopistas y autovías. En ese frenesí inversor inscribió la actual crisis ferroviaria de Cataluña. "Los problemas serios que se han tenido son por hacer, por invertir, no por no hacer y no invertir" alegó.

A diferencia de una reciente reunión de la ejecutiva socialista, en la que Zapatero hizo una encendida defensa de la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, en esta ocasión esta no recibió "ni críticas ni respaldos", según señaló el secretario de organización, José Blanco. La ministra debió de interpretarlo como un triunfo personal, ya que salió sonriente del cónclave. En su intervención, el presidente también hizo referencia a los últimos incidentes en política exterior --Chad y Hugo Chávez--. Así, Zapatero defendió su actuación en este ámbito con el argumento de que el respeto se gana con "diálogo y firmeza" y "nunca con exageración, ni para demostrar ninguna pretendida superioridad, ni alentar ninguna confrontación". En claro mensaje al partido de Mariano Rajoy, planteó que los líderes políticos discutan "con pasión" cuando estén dentro de España, pero se defiendan en el exterior.

COMPROMISO El presidente reiteró su llamada a la unidad contra ETA. Tras elogiar la sentencia del 11-M como un ejemplo del funcionamiento del Estado de derecho, Zapatero expresó su compromiso "solemne" de erradicar el terrorismo del "combate" político. Ello no fue óbice para que el comité federal criticara en su resolución al Partido Popular por intentar vincular a ETA con la matanza de Madrid, "aunque sea con el señuelo de la autoría intelectual".