Movilizar al electorado progresista es el principal objetivo de José Luis Rodríguez Zapatero hasta el 14-M. Para combatir la abstención y convencer a los votantes indecisos, el líder socialista presentó ayer una campaña puerta a puerta que contará con 34.000 "voluntarios para el cambio" que recorrerán las 52 circunscripciones electorales. La "campaña de la gente", como la definió Zapatero, se centrará, en el "cara a cara" con los ciudadanos.

A los votantes de izquierdas apeló Zapatero al subrayar que "para que haya cambio tiene que haber una mayoría socialista". El candidato del PSOE, que reiteró su compromiso de gobernar sólo si cuenta "con un voto más" que el PP, encaró ayer la última recta en su carrera hacia la Moncloa con una clara llamada a la movilización del electorado tradicional de su partido. "Cuando fui elegido secretario general convoqué al partido a la esperanza del 2004. Tenemos 30 días para que la esperanza socialista se haga realidad", señaló.

AYER, HOY Y MAÑANA Durante el discurso de presentación de la campaña, que pudo seguirse vía internet, Zapatero defendió que "el afán histórico" del PSOE en sus 125 años de existencia "ha sido España" y su unidad, y que lo seguirá siendo "hoy y mañana". "Me sorprende que al PP le moleste que nuestro lema --Merecemos una España mejor --lleve la palabra España ", ironizó Zapatero. Ahí zanjó el debate.

El verbo merecer, tomado del lema de campaña, lo repitió como un latiguillo para fustigar al PP por su gestión. "El cambio es posible porque la gente quiere y merece un cambio innovador, progresista y valiente", aseguró Zapatero, que apelará sin tregua al voto útil progresista para combatir la abstención y recortar la ventaja de la que, según las encuestas, goza el candidato conservador, Mariano Rajoy. Por eso, en su mensaje de ayer resaltó que "el resultado más importante de las elecciones es la participación de los ciudadanos".

De entre los 34.000 voluntarios que desarrollarán la campaña puerta a puerta del PSOE, Zapatero destacó a Luis Alonso, un amigo con el que se afilió al partido hace 25 años. Alonso, dijo, será una de las caras visibles de los voluntarios del "cambio", el "progreso", la "reforma" y la "modernización del país". Ellos se encargarán de llevar el mensaje de Zapatero a los ciudadanos y de pedirles el voto para el PSOE, "el partido de la gente y para la gente que no tiene de todo".

La catástrofe del Prestige , la muerte de 62 militares españoles en el accidente del Yak-42 y la guerra de Irak volvieron a ser ayer la punta de lanza del líder del PSOE para marcar la diferencia entre su talante y el del PP. Zapatero recalcó que el suyo es un partido "valiente", que "mira a los ojos a los ciudadanos".

En la acera de enfrente situó al PP, al que acusó de "haber dado la espalda a la gente". Además, subrayó que los populares "no han resuelto los principales problemas de los ciudadanos" ni han sabido "evitar problemas tan serios como las tensiones territoriales". Antes de salir a iniciar la "campaña de la gente", Zapatero repitió su llamamiento: "Haced real la esperanza del cambio".

Las bolsas que repartirán a los ciudadanos los emisarios del PSOE incluyen una invitación para ir a votar, dos caramelos, cuatro globos (dos rojos y dos blancos) y un cartel para colgar en las puertas de los hoteles con la leyenda: "Los agentes electorales hemos estado en su casa pero usted no estaba". El kit lleva el folleto electoral y un mensaje: "Acudir a votar no es sólo un derecho, es un compromiso de todos y cada uno de nosotros".