José Luis Rodríguez Zapatero exhortó ayer a sus candidatos a las elecciones municipales y autonómicas de mayo próximo para que rehúyan la confrontación con el PP y centren su atención en las necesidades de los ciudadanos. "Se gana con la palabra y no con el insulto, con las ideas y no con las descalificaciones", avisó el presidente en un mitin en el polideportivo de la Universidad Carlos III de Leganés (Madrid), con casi un centenar de candidatos a ciudades de más de 50.000 habitantes.

Predicando con el ejemplo, Zapatero no hizo durante su intervención ninguna alusión a ETA, ni a las manifestaciones contra el terrorismo que ayer mismo se celebraron en Madrid y Bilbao, ni a otros asuntos que mantienen caldeado el clima político. Ni siquiera citó al líder del PP, Mariano Rajoy.

"TSUNAMI DE ESPERANZA" La única referencia a ETA la hizo el alcaldable de Vitoria, Patxi Lazcoz, uno de los ocho aspirantes que precedieron al presidente en la palabra. Dijo Lazcoz que en el País Vasco hay un "tsunami de esperanza por la paz que no lo para nadie" y que esa "marea" está con Zapatero.

Tras anunciar que se "entregará" en esta campaña electoral con la misma intensidad con que lo hará en los comicios generales del próximo año, el jefe del Ejecutivo se dedicó a resaltar los logros económicos y sociales del Gobierno. En una de sus escasas alusiones al PP, dijo que, pese a que la derecha auguraba la "ruptura" de España en el 2006, el país creció en riqueza y empleo más que los ocho estados más "poderosos" del mundo. Y alegó que la institución familiar está "cada vez mejor, como España", pese a lo que "algunos gritaban y vociferaban" tras la aprobación de ley que permite el matrimonio homosexual.

El presidente destacó que el año pasado se alcanzó por vez primera la cifra de 20 millones de trabajadores y no lo achacó a un "milagro" de quien gobierna, como recordó que hacía el anterior presidente, José María Aznar, sino al esfuerzo de los empresarios y trabajadores. Afirmó además que al término de la legislatura se habrán creado tres millones de empleos en España y que el salario mínimo alcanzará los 600 euros.

En su repaso de la política social, el jefe del Ejecutivo hizo especial hincapié en el problema de la vivienda y la corrupción urbanística. Zapatero se mostró convencido de que el PP se opondrá a la próxima ley del suelo porque aumenta la reserva de terreno obligatorio para la vivienda protegida. "Ellos lo que quieren es vivienda libre, cara, como un bien únicamente de la especulación y el mercado".

En este punto advirtió de que el Gobierno va a ser "inflexible" contra la corrupción urbanística, y lo será "en todos los lugares, en todos los municipios, sea del color político que sea". Afirmó que la corrupción "sobra" y reiteró la voluntad del Ejecutivo de erradicarla.

"NUNCA MAS" Para Zapatero, el futuro no pasa solo por hacer más habitables las ciudades, sino por la "solidaridad y la paz en el mundo". Dijo que el efecto más importante de la retirada de las tropas españolas de Irak es que "nadie, nunca más, aunque gobierne la derecha" se atreverá a comprometer al país en una guerra ilegal. El presidente reiteró su compromiso de llevar la ayuda al desarrollo hasta el 0,5% del PIB en esta legislatura y se sintió "orgulloso" de representar a un país que quiere estar "lejos de guerras inútiles e ilegales".

En su intervención, insistió una y otra vez en el concepto de "ciudadanía" y criticó la "grosera manipulación" de Telemadrid. Avisó a la derecha de que en las elecciones se llevará una sorpresa porque los madrileños "no son meros telespectadores, sino ciudadanos libres".